2nd parte.—No sé de qué cojones estás hablando.—Dije a la defensiva, con un tono de voz mucho más hostil y violento al que acostumbraba a usar.
—Escucha, no quiero que esto sea incómodo. Ni siquiera sé por qué he abierto la boca...—Dijo Arizona quitándose los guantes de látex sin mirarme.
—Me pregunto lo mismo.—Le dije.
—No puedes negarlo.
—Más vale que te calles ahora mismo, estás muy equivocada.—Casi grité girándome y encarándola, tal vez acercándome demasiado a ella, al punto de tratar de intimidarla inconscientemente con mi figura como hombre.
Y para nada me sentía orgulloso de eso, pero estaba asustado, no sabía de qué forma reaccionar para que mis palabras fuesen creíbles.
—¿Por qué no mejor te resignas a hacer tu puto trabajo aquí y dejas de hacer migas con mis compañeros?—Pregunté de forma muy grosera.
No me reconocía pero tampoco podía imaginar o asumir que alguien supiese de mis sentimientos hacia Pedri. Temía que ese fuese el punto de inflexion, otro más, uno en el que todo se hacía público y mi carrera profesional se iba al garete.
Ella no se movió un pelo, no parecía ni mucho menos intimidada, después de todo yo no era un chico extremadamente corpulento o alto, además estaba débil y apático, eso se me notaba a leguas. Puedo imaginar que mis ojeras y palidez transmitían debilidad.
—!¿Me estás escuchando?!—Grité poniéndome de los nervios por no recibir respuesta alguna.
—He visto como le miras.—Dijo tranquilamente.
—¡¿Qué puto problema tienes?!—Pregunté como un desquiciado.
—También he visto como te mira él a ti.—Dijo interrumpiendo mis gritos. Consiguió callarme y aunque mi mandíbula seguía apretada no pude evitar que una mueca de desconcierto se me crease.—Todavía intento descifrarlo.
Yo respiraba pesadamente con las mejillas hinchadas de aire y el labio inferior entre los dientes. La situación me superaba.
Esa mañana sentía que el día iba a ser espantoso, pero jamás se me había pasado por la cabeza que Arizona cogiese y me acusase de querer a Pedri, esto después de confesarme que a ella le gustaba Pedri.
—Que te den.—Le dije excediéndome y girándome para largarme. Era egoísta, yo había acudido a ella con un problema, buscaba una solución, no más preocupaciones.
Solo lo había empeorado, todo.
—Que te den a ti.—Escuché, y me quedé petrificado.
En la habitación se hizo el silencio y me giré sobre mi eje mirándola incrédulo, encontrándome con un reflejo de mi mueca en su cara.
—No puedes hablarme así.—Dijo frunciendo el ceño.—¿Cual es tu problema? Solo quiero hablar. Te recuerdo que no eres el protagonista de esta historia, tengo derecho a lo mismo que tú. —Arizona se había puesto seria y mostraba una faceta que al menos conmigo no había mostrado nunca.
Pero no podía culparla, yo estaba siendo igual de impertinente con ella.
—Y eso incluye querer a alguien, aunque sea la misma persona a la que quieres tú.—Dijo.
—¡Yo no- —Intenté decir de nuevo, repitiendo y repitiendo que a mí de ningún modo me gustaba Pedri.
—Basta, es cierto. Déjate de tonterías, por el amor de Dios, ¿quien te crees que soy? No voy a juzgarte, no voy a insultarte, Gavi, no voy a correr a la prensa para hacer exclusiva.—Yo le miraba con los ojos abiertos como platos, petrificado.—¿Adivinas por qué? Porque me da igual si te gustan las mujeres, o los hombres, o lo que sea. Solo sé que te gusta Pedri...
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Andromeda || Gavi & Pedri
Fanfiction𝗦𝗨𝗠𝗔𝗥𝗬 Ha llegado la hora de que las jóvenes promesas Pedri y Gavi enfrenten el mundial, y con esta nueva experiencia también llegan sentimientos que no eran conscientes que podían sentir y que no creen poder llegar a entender. Sentimientos q...