Andromeda || Gavi & Pedri

𝗖𝗮𝗽 𝟭𝟬. Todo lo que conlleva.

Durante la madrugada me despertó movimiento en la cama, Pedri se removía nervioso a mi lado. Había conseguido dormir a las 00:00, cuando a él le había bajado lo suficiente la fiebre como para que dejase de sudar, pero al parecer el paño con agua no había sido suficiente.

Empezaba a decir incoherencias, su respiración era acelerada y una de sus manos estaba agarrada a mi muñeca, apretándola.

—Pedro...—Dije espabilándome. Me estiré por encima de él teniendo cuidado para no chafarle y encendí la lámpara de la mesita de noche.

3:47 am marcaba mi teléfono, ambas pastillas que me habían dejado se mantenían intactas porque Pedri todavía no se había recuperado lo suficiente como para incorporarse y tragarlas.

Cuando le miré me lo encontré arrugando la cara, estaba todo rojo y habían algunas lágrimas que resbalaban por sus sienes, yo fruncí el ceño y se las limpié con cariño sabiendo que posiblemente estaba teniendo una pesadilla en ese momento.

Puchereó como un niño pequeño y yo me sentí fatal por no poder hacer nada, sabía que su estado se había agravado en comparación con como lo había dejado yo antes de acostarme a su lado. Temblaba y buscaba calor pero no podía dárselo.

Cogí de nuevo el trapo que había en la palangana y se lo dejé en la frente después de escurrirlo.

Estuve un rato pasándole otro paño húmedo por el cuello, la nuca, los hombros, las costillas y el abdomen, pero cuando volví a recoger el qué tenía en la frente éste estaba caliente, y su temperatura seguía igual. No estaba funcionado.

Lo primero que pensé fue que tenía que avisar a Luis, pero sabía que lo único que podría hacer él sería llamar a los médicos, y ellos me repetirían las mismas palabras; "Bájale la temperatura corporal"

Entonces lo recordé, habían mencionado los baños con agua tibia. Se había desestimado la propuesta porque no teníamos bañera, pero sí había alguna forma de hacerlo funcionar con una ducha...

Pedri no estaba en condiciones de moverse mucho y seguramente no podía ni mantenerse en pie, pero mediamos lo mismo, estaba seguro de que yo podía sujetarlo, si conseguía levantarlo de la cama primero, claro.

Era lo único que se me ocurría, y si no funcionaba estaba dispuesto a despertar al staff entero con tal de que ayudasen a Pedri a sentirse bien.

Suspiré quitándole todos los trapos del cuerpo y poniéndome de pie.

—Pedro...—Murmuré sacudiéndole un poco los hombros para intentar despertarlo sin asustarlo. —Pepi.

Él aflojó el ceño saliendo del sueño y parpadeó lentamente intentando enfocar la vista en mí.

—Vamos, ven conmigo.—Le dije pasando un brazo por debajo de sus brazos. Tenía que tener en cuenta que encima tenía mal la cadera sí de por sí sin fiebre no podía caminar sin las muletas, con ella aún menos.

Él no se enteraba del panorama y miraba alrededor desubicado. A duras penas conseguí sentarlo al borde de la cama y con mucho cuidado y fuerza me pasé su brazo por los hombros y tiré de él hacia arriba agarrándole la cintura.

Tenía que conseguirlo.

Le temblaban las piernas y sus brazos se enroscaron en mi cuello, aunque ya he dicho que mediamos lo mismo, al estar de esa forma me daba la sensación de que él era más grande que yo así que la tarea se me dificultó.

Al principio casi tropiezo pero conseguí aferrarme a tiempo a su pantalón evitando que cayese, con el agarre firme por fin pude avanzar, poco a poco, MUY poco a poco.