𝗖𝗮𝗽 𝟭𝟱. Los pies en la arena.

11.7K 744 1.7K
                                    




Tenía vagos recuerdos del sol entrando por el ventanal y atravesando como podía las cortinas, dándole a la habitación un aspecto nublado. Pedri de pie, con ese pijama de dinosaurios que le quedaba tan bien y dejaba ver sus tonificados y morenos brazos y piernas.

Recuerdo su mirada, su sonrisa y sus murmullos, algunas caricias en el rostro y el cabello y unas manos arropándome bien. Luego cerrar los ojos y volver a la calidez de mis sueños con el ruido de la ducha de fondo.

No fue hasta media hora después que desperté de nuevo, solo en la habitación pero tranquilo. Eran las 11 de la mañana, un poco más tarde de lo que acostumbrábamos a levantarnos.

Me estiré en la cama sintiendo el olor de Pedri impregnar la almohada y sábanas. De alguna forma especial había conseguido hacer que esa habitación que sentía tan triste y ajena se volviese un acogedor nido.

Al coger el móvil me encontré con un mensaje suyo de hacía un rato ya, «Bajo a desayunar con los chicos, no te quise despertar». Sonreí inconscientemente al leerlo y me levanté de la cama entusiasmado. El día se sentía prometedor por primera vez en una semana, era como el arcoíris, que salía después de los chubascos.

Le sonreí a la amplia habitación y me levanté para abrir las cortinas y dejar pasar bien el sol. Quise darme prisa porque no quería que todos terminasen de desayunar sin mí así que me duché lo más rápido que pude y me vestí con ropa casual recordando que era nuestro día libre y no teníamos entreno.

Normalmente me emocionaba poder escoger mi propia ropa cuando tenia la oportunidad, pero temía tardar demasiado en escoger, así que me puse unas simples bermudas de chándal y una sudadera. Suficiente bonito y reconfortantemente cómodo.

Salí de la habitación con el móvil y las llaves en el bolsillo, sin siquiera haber hecho la cama, y bajé al comedor deprisa, fue un alivio cuando al entrar me encontré con todos sentados en una mesa, con los desayunos todavía a medio acabar por parecer estar discutiendo sobre algo.

Una vez que tuve la seguridad de que seguían comiendo me acerqué a un paso más ligero.

—Que vale, lo siento, pero que no me acuerdo.—Decía Alejandro.

—Pues si haces estas cosas inconscientemente deberías de empezar a cerrarte con llave al dormir, vas a acabar matando a alguien.—Le respondió Pedri con el ceño fruncido.

—Joder...—Suspiró Ale de nuevo.

Discusiones de buena mañana, lo mejor. El muy desgraciado de Ansu era el único que comía, fingiendo desinterés por la conversación. Hasta sopesé la idea de delatarle por ser tan caradura, pero al final lo había hecho por mí así que le devolvía el "favor".

Ferran se unió al dilema sacando la opción de que hubiese sido un simple suceso puntual y por fin notaron mi presencia.

Pedri no dijo nada, fue el primero en verme y me sonrió con cariño haciéndome un hueco en el banco, no necesitaba sus palabras cuando tenía sus sonrisas. Las había echado mucho de menos, y parece que todos los demás también porque levantaron las cejas al verle tan risueño. Supongo que por el repentino cambio de actitud respecto al resto de la semana.

—Bueno, dadme un respiro.—Pidió Ale metiéndose comida en la boca. Los demás rieron y yo le agarré el hombro a Pedri sin llegar a sentarme con él.

—Voy a por algo de comer, ahora vuelvo.—Le dije con una sonrisa, y me marché hacia los carritos para servirme un plato contundente, estaba hambriento, como siempre.

Al volver a la mesa todos comían tranquilamente y por fin me pude sentar.

—Oye, ¿qué vais a hacer hoy? —Preguntó Nico sacando un tema de conversación.

Andromeda || Gavi & PedriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora