—¡Pedri! Date prisa, el mister se impacienta.—Me gritó Ferran desde el marco de la puerta de mi habitación.—Dame un minuto, por favor.—Le pedí nervioso mientras desorganizaba mis maletas enteras y me movía de un lado a otro de la habitación.
—¿Que estás buscando? —Me preguntó pero yo ni siquiera respondí demasiado agitado casi sacando los cajones de mi mesita de noche.—Bueno, te espero abajo, enserio date prisa o no llegamos.—Me dijo con pesar y terminó por marcharse.
Yo estaba a punto de entrar en pánico pero no podía retrasarme más, solo me quedaba disculparme infinitamente con Gavi, aunque antes levanté toda cosa que hubiese en el suelo y sacudí mis chándales.
Nada.
Bajé rápido al escuchar un pitido de autobús y llegué avergonzado frente a Luis.
—Ya te vale.—Me dijo reprochándome con cariño y dándome una colleja cuando subí al bus.
Ni me dio tiempo de llegar a mi asiento cuando éste arrancó haciéndome tambalear, cuando pude llegar junto a Gavi caí derrotado a su lado mirándole con pena.
—¿Qué estabas haciendo? —Me preguntó frunciendo el ceño.
—Gavi...—Murmuré con temor.—No he encontrado los guantes tío. —Le dije, a lo que él relajó su semblante al momento.
—Oye, no te preocupes, no los necesitas.—Me respondió pero no consiguió hacerme entrar en razón.
—No digas eso, me los regalaste tú, claro que los necesito.—Le dije mortificado.
—Cuando volvamos del partido te ayudo a buscarlos, no pueden haber desaparecido.—Yo no conseguía quedarme tranquilo, me sentía fatal por perder el regalo y no dejaba de repasar mentalmente mis pasos de los últimos días pero se me habían juntado tantas cosas en la cabeza que no podía pensar con claridad así que decidí que lo mejor sería intentar descansar un poco.
Al llegar al estadio en el que se llevaría a cabo nuestro segundo partido en el mundial fuimos recibidos por prensa y fanáticos, yo por desgracia recibí un tiron de la camiseta por parte de alguien ajeno al staff y la cosa se lió un poco, tenia un mal presentimiento.
No podía explicarlo pero simplemente me había levantado con la sensación de que algo iba a salir mal ese día, que me llamasen loco o paranoico pero yo sabía lo que sentía.
Como siempre estuvimos calentando y recibiendo charlas motivaciones antes de salir, yo quise repasar el plan de juego todas las veces que se me permitió y ni así me quedé tranquilo, pero me forcé a tranquilizarme por el bien del equipo.
—A ganar.—Me dijo Gavi que estaba frente a mí en la fila que formábamos antes de salir a campo. Yo le sonreí lo más naturalmente que pude pero noté en su mirada algo de duda.
Al final solo me quedó resignarme por cojones a jugar lo mejor posible porque el silbato sonó y tuvimos que caminar todos hasta el campo.
Los himnos de las dos selecciones sonaron y después nos hicieron fotos grupales como era costumbre, los campos se repartieron y antes de poder siquiera pestañear, el partido había comenzado.
El primer medio tiempo fue intenso, Unai lo hizo muy bien y yo por fin perdí la mayor parte de ese miedo que había cultivado, el partido iba maravillosamente. Era obvio que el nivel de dificultad había subido y hasta el momento nadie había hecho ningún gol pero yo confiaba en nuestro equipo para saltar a por todas en el segundo medio tiempo.
Durante el descanso nos juntamos todos en los vestuarios para hablar de la estrategia y recobrar energías.
—Ey, ¿Bien? —Le pregunté a Gavi acercándome a él, que estaba sentado en un banco bebiendo agua con ímpetu.
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Andromeda || Gavi & Pedri
Fanfiction𝗦𝗨𝗠𝗔𝗥𝗬 Ha llegado la hora de que las jóvenes promesas Pedri y Gavi enfrenten el mundial, y con esta nueva experiencia también llegan sentimientos que no eran conscientes que podían sentir y que no creen poder llegar a entender. Sentimientos q...