Andromeda || Gavi & Pedri

𝗖𝗮𝗽 𝟭𝟰. Corazones sanando.

—¿Entonces?—Me preguntó Ansu en medio de la noche, que había quedado tan hiperactivo de la fiesta que daban casi las 4am y no se dormía.

—¿Entonces qué?—Suspiré rodando los ojos en la oscuridad.

—¡¿Qué entonces que ha pasado, Gavi, qué cojones ha pasado durante la fiesta?!—Chilló pataleando como un crío por las largas que llevaba dándole durante una hora.

—¡No grites! ¡La gente está durmiendo, Ansu! —Le reproché dándole una patada bajo las mantas, la que me devolvió y terminó en una pelea, más por su parte que por la mía, dado que fue el único que se enredó con las sábanas y se quedó peleando solo. —Para ya...--Murmuré cansado.

—Vamos, ¿por que no me lo quieres contar? —Me dijo dramatico.— Ya lo sé prácticamente todo, acepto que no me cuentes ese "asunto privado de Pedri"—Dijo rodando los ojos disimuladamente.—¡¿Pero lo de antes?! ¡¿Qué cojones ha pasado?! ¡Literalmente has aparecido de nuevo en la piscina con él, te brillaban los ojos chaval! ¡Hasta te has metido en la piscina, y te has reído después de perder en la guerra de churros! Llámame loco, pero no recuerdo ni una sola vez en la que te hayamos aporreado con churros y no te hayas picado y pirado.

No pude enfadarme con Ansu por gritar otra vez porque al momento rememoré lo vivido, lo cálido y cuidado que me había sentido entre las cariñosas manos de Pedri, que no hicieron más que acariciarme con afán las mejillas durante todo el tiempo que sus labios tocaron los míos. Mientras lo vivía perdí la noción del tiempo y me pareció eterno, tampoco deseaba que acabase pronto, pero en ese momento, desde la calidez de la cama, temía olvidar aquella sensación que me había recorrido el cuerpo. Ése sentirse completo.

De verdad que quería contarlo, tenía muchísimas ganas de explicarle a Ansu todo lo que había vivido pero no era un tema que solo me concernirse a mí, tal vez Pedri no quería que nadie lo supiese. Pero... Ansu era tan insistente, y yo tan débil.

—¡Me besó!—Le dije al final chafando la cara contra la almohada, avergonzado.

—¡¿Como?!—Gritó. Yo le empujé de la cama porque ya se estaba pasando chillando y literalmente en la pared de detrás teníamos la habitación de Pedri.

Ansu ni se quejó del porrazo que se dio contra el suelo, solo se desenredó las mantas que se había llevado con él y encendió la lamparita de su mesita de noche. Me miraba con los ojos y la boca abiertos como platos, arrodillado en el suelo y aferrándose al colchón.

Yo le miré fijamente unos segundos en silencio pero él no decía nada y me empezaba a poner nervioso.

—¿Qué?—Le pregunté por su mirada reprobatoria.

—Has tardado demasiado en contármelo.—Contestó haciéndose la víctima. Tal y como lo haría Pedri. —Pero, ¿Ha sido un beso pico, o un beso beso?

—¿Qué coño es un "beso beso", Ansu? —Dije con el ceño fruncido removiéndome en la cama para apoyarme en mi codo y poder verle mejor.

—Pues ya sabes...—Respondió. —Un beso beso, Gavi.—Yo levanté una ceja.—¡Que si te ha metido la lengua en la boca!—Termino por exclamar, sin llegar a gritar, gracias a Dios.

Yo carcajeé por su vulgaridad y cogí un cojín para tirárselo en la cara.

—Serás tonto.—Le respondí.

—Sí sí, ¿pero entonces pico o beso beso?—Insistió de nuevo el pesado.

—A ti que te importa.—Contesté yo rodando los ojos con una sonrisa divertida en la boca.

—¡Ha sido un beso beso!—Volvió a exclamar subiéndose de rodillas a la cama de un salto.—¡¿A que sí?!— Yo no pude hacer más que reír rodando por el colchón mientras él intentaba agarrarme para obligarme a mirarle a los ojos y responder.