𝗖𝗮𝗽 𝟭𝟯. Colision.

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No lo hizo, Pedri no volvió.

Cinco días, de insomnio y apatía salvados por Ansu. Incluso había hecho el intento de acercarme a él, para hablar, pero siempre que me veía cerca se alejaba, y se sentía como una traición, venenosa.

Yo por suerte había llevado mejor el tema, porque desde que se lo había contado a Ansu no era una carga solo mía, en cambio Pedri... Pedri parecía ajeno a todos, incluso cuando Ferran le acompañaba. Su recuperación había sido lenta aunque efectiva, pero en ese momento, mientras se discutía la alineación del partido, estaba en duda que le dejasen jugar, como se le había prometido.

Yo me sentía fatal pero solo podía observar de lejos, con mi puesto asegurado.

—Por favor, no me hagáis esto.—Escuchaba. Era verdad que la contusión había mejorado muchísimo, hasta el punto de desaparecer todo rastro de ella y poder entrenar con normalidad, ahí entraba el problema, solo había entrenado un día, un mísero entreno de tarde en el que básicamente habíamos practicado penaltis.

Por eso veíamos difícil que se le concediese el deseo, aún así todos sabíamos que Pedri era un jugador estrella e incluso sin haber entrenado podía machacar a sus adversarios, pero... ¿En un mundial?

Nos jugábamos el pase a cuartos de final contra Marruecos y nadie estaba para sustos.

La discusión se alargó y no llegué a enterarme de todo lo que pasaba, solo sé que ganó, se quedó con un lugar como centrocampista en nuestro 4-3-3.

No hubieron dudas cuando nuestra alineación fue confirmada con los medios, estaba decidido. Yo me sentía un poco confuso, aunque me supiese mal, realmente no esperaba una respuesta positiva por parte del equipo técnico, pero parecía que a Pedri no le fallaban nunca los encantos.

Solo me quedaba esperar que tampoco nos fallase a nosotros en el campo, si había tomado la decisión de jugar, que lo hubiese hecho estando seguro de que podía hacerlo, no como un mero capricho.

Antes de salir a calentar tuve la oportunidad de ver el campo completo desde el banquillo, junto a Luis Enrique. Era cierto que no podía evitar mirarle disimuladamente por el rabillo del ojo, intentando descifrar que era lo que pensaba en ese momento. Pero estaba seguro de que estaba siendo tan cuidadoso que mi gesto era imperceptible para él.

Por eso me sorprendió tanto la pregunta que me dirigió.—¿Por que he sacado a Pedri?—Yo me giré a mirarle directamente.

—¿Qué?—Pregunté ignorante.

—Vamos, te mueres por saberlo.—Dijo riendo con complicidad y palmeándome la rodilla. Yo solo respondí volviendo la vista a mis pies avergonzado.—¿Desconfías de él?

—¡No!—Respondí al instante.—¿De Pedri? Nunca. —El mister sonrió con cariño.—Es solo que... La lesión, no creo que solo le haya afectado físicamente.

No quería decir en voz alta que otra posible razón para su deterioro mental podría haber sido el beso que le robe, y es que directamente ni yo asumía que mis actos pudiesen tener tanto impacto en él. Pero bueno... Me lo había demostrado con indiferencia total y completa.

—Lo entiendo...—Murmuró.—Pero estamos aquí para caernos y aprender, ¿no? Opine lo que opine la afición. Vosotros sois los que jugáis, y lo dais todo. —Dijo mirándome directamente a los ojos.—Esto te lo digo de corazón, que solo te importe tu propia percepción de ti mismo. Si te caes te levantas y lo haces por ti.

Entendía lo que quería decirme, siempre había querido asumir eso, pero una parte en el fondo de mi corazón me recordaba constantemente que yo no jugaba solo por mí, lo hacía también por mi familia, por mi equipo, mis compañeros y mi selección. Así que siempre estaría dispuesto a darlo todo.

Andromeda || Gavi & PedriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora