|| Cap. 15 ||

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Sexo, sexo y más seeexo 😈

La caliente atmósfera que concentraba la habitación se encontraba siendo profundamente penetrada por aquellas potentes feromonas de excitación que emanaban los dos seres tendidos en la cama, cuya llama de pasión se extendía con rapidez sin ánimos ...

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La caliente atmósfera que concentraba la habitación se encontraba siendo profundamente penetrada por aquellas potentes feromonas de excitación que emanaban los dos seres tendidos en la cama, cuya llama de pasión se extendía con rapidez sin ánimos de ser apagada.

El alfa, regado de deseo, apenas rozaba su latente miembro contra la entrada de la regocijada omega que yacía bajo su cuerpo a la espera de ser embestida. Hari gimoteaba impaciente, enredando sus piernas cada vez más alrededor de la cintura del alfa, moviendo su propia cadera en busca de hacer entrar de una vez por todas a su ansiado visitante.

-Quédate quieta -le ordenó el mayor en un susurro, demasiado cerca del oído como para conseguir un ligero estremecimiento por respuesta-. Déjamelo a mí, bebe.

La omega asintió, mordiéndose el labio inferior mientras echaba la cabeza hacia atrás, intentando contener de algún modo la impaciencia que dominaba su ser.

-Entonces, apúrate -le sugirió esta, casi en tono de súplica, retorciéndose un poco sobre las sabanas-. Tu maldito juego de anticipación me está volviendo loca.

-Cállate -demandó brusco, acomodándose mejor entre el cuerpo de la pelilavanda, haciendo que su miembro golpeara una vez más em la vagina de la omega, la cual rogaba con lágrimas de lubricación que fuera penetrada -. Y por cierto, creo que me encanta volverte loca. -Agregó, mordiéndole lentamente el lóbulo de la oreja, al tiempo que presionaba y masajeaba su clítoris sin embestirla.

Su pene se deslizaba entre medio de los labios de su vagina, percibiendo una deleitosa descarga de placer por el contacto de ambas pieles de ambas zonas sumamente íntimas.

-Oh, mierda... A-alfa -jadeó Hari, arqueándose, aferrándose a los hombros del hombre que estaba torturándola, enloqueciéndola con sus jugueteos previos al sexo

-No quiero que sigas llamándome así -expuso el alfa con la respiración irregular, cansado de escucharle decir aquella palabra que aseguraba también la había utilizado para llamar a todos aquellos tipos con los que se había revolcado. Y él no quería ser solo uno más de ellos. Claro que no lo era. Tampoco pretendía que lo llamara daddy, al menos no en esa ocasión. Él quería ir un poco más allá, extenderse de sus propios límites. Él quería que aquella noche fuera más íntima.

No un jodido alfa con una omega cualquiera, no un estricto dominante con una sumisa rebelde. El anhelaba que fueran simplemente HaRi y JiMin, dos seres tan distintos e iguales a la vez unidos por aquel invisible hilo rojo del destino que solo uno lograba ver.

- ¿Cómo t-te llamo? -quiso saber HaRi, jadeando, mirándolo directo a los ojos. Aquellos ojos Miel que irradiaban vida sin saber cómo.

-Dime JiMin, bebé -contestó en un susurro sobre la comisura de sus labios, sin rastros de dubitación.

Sublime Dominación || Park JiMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora