|| Cap. 26 ||

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JiMin deseaba marcharse. Ahora. Ya. No soportaba absolutamente nada más. La música le estaba haciendo doler la cabeza. El intolerante olor que se compenetraba allí ya era sofocante. Necesitaba salir. Necesitaba un cigarrillo. Pero no quería apartarse de su lugar junto a HaRi, en lo absoluto.

Se había pedido un trago como para poder sobrellevar mejor la situación, mas ni eso ayudaba.
Y recién llevaban quince minutos. Quince minutos y JiMin ya ansiaba matar alguien. Desde el primer segundo lo detesto e, hiciese lo que hiciese, no podía quitarle su fulminante mirada de encima a ese imbécil que se había atrevido a provocarlo. Quería acabarlo.

-Lo que dijo el tonto de Taehyung no es verdad, despreocúpate y deja de mirarlo como si quisieras asesinarlo -le dijo HaRi cerca del oído, con uno de sus codos apoyados en el hombro de el, aprovechando que estaba a la misma altura puesto que se encontraba sentado sobre una mesa, aguardando a que sus amigos terminaran la partida del billar.

JiMin había decidido quedarse de pie junto a la omega sentada, pues debía estar alerta de cualquier cosa que pudiese pasar.

-Es algo irritable, lo sé. Pero no es malo, es como mi hermano mayor -continuó HaRi luego de haberse dado una pausa para beber un trago de la limonada que se había pedido- Con su actitud de idiota depravado me ha sacado de varios apuros con alfas que se volvían insoportables conmigo.

-De igual modo, mi instinto lo siente como una amenaza - declaró JiMin, tensando su mandíbula.

-Pues, dile a tu instinto que se esta equivocando, porque él no está interesado en mí de esa forma. Para empezar, ni siquiera prefiere las omegas, le gustan las betas e incluso a estado con varios betas varones o sea no soy su tipo.

-¿Y tú qué sabes? Quizá le gustan en secreto, quizá le gustas en secreto. ¿Por qué otra razón me habría mirado con tanto desprecio? Mi instinto no falla.

HaRi rió, negando con la cabeza.

-Eso no podría ser posible. ¿Y sabes por qué? Porque a mi me gustaba cuando era más chica y yo de tontita se lo dije y me tocó quedarme con mi corazoncito roto en la no tan bonita zona de amigos -confesó riéndose de su propia anécdota- Si me habría querido tener me habría tenido. Pero nunca pasó.

La omega suspiró con una ligera pizca de amargura.

- Además, recuerdo que para "consolarme" me había dicho que algún día conocería a ese alfa que amaría estar conmigo y me valoraría como me lo merecía y bla bla, bla... la típica cursilería barata que siempre utilizan para salir de la situación incomoda... Pero, ¿sabes? Tenía razón y estoy feliz porque ya he conocido a ese alfa... Mi alfa.

JiMin esbozó una enorme sonrisa al oírla decir aquello. Una muy grande sonrisa que anunció lo contento que se había puesto. HaRi lo miraba con la felicidad marcada en sus preciosos y grandes ojos azules. Ella dejó su limonada en un costado de la mesa para luego tomar con ambas manos el saco del mayor, atrayéndolo, obligándolo a ponerse entre el espacio que formaba sus piernas abiertas.

Fue entonces cuando, envolviendo sus brazos en el cuello de JiMin, HaRi lo besó con deseo, con alegría, con pasión. El alfa no dudó en devolverle aquel ansiado contacto, dejando a tientas su trago en la mesa para situar sus manos en la cintura de la más joven.

Sin embargo, al separarse, la omega percibió cierta preocupación en los ojos miel de su alfa. Llevó una de sus manos a su mejilla, acunándola.

-¿Qué pasa? -preguntó, observándolo con intranquilidad.

Sublime Dominación || Park JiMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora