Chapter Fourteen

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Milo se odió a sí mismo con todo su corazón por el resto del día, arrepintiéndose al instante de la forma en la que le habló a Harry, mientras se sentaba en la clase del profesor Snape. También se arrepintió de su decisión de entrar temprano a la clase, sin saber qué lo poseyó en ese momento. Y por supuesto, el profesor Snape no mejoró las cosas. El hombre era como una posesión demoniaca, atormentando a los débiles y vulnerables y era justo su suerte que, en ese momento, Milo era ambos. Milo estaba cansado y frustrado con todo lo que sucedía a su alrededor y, lamentablemente, se desquitó con Harry. Hubo algunas cosas que dijo en serio, sobre que quería que Harry tomara un poco de iniciativa y estuviera ahí para él, justo como Milo estuvo en más de una ocasión. Sin embargo, la verdad fue expuesta a causa de su discusión.

Harry no confiaba en Milo, y no solo eso, ni siquiera pensaba en él como su familia. Hizo que Milo quisiera llorar en clase, porque sabía que nunca debió haber resultado en ello. Se suponía que ambos debían ser cercanos, compartir una conexión como ninguna otra, eso era lo que sus padres habían querido para ellos, y en lugar de eso, era lo opuesto. A pesar de que debía estar prestando atención a su Filtro de Paz, con Heidi a su lado, Milo no podía concentrarse en su tarea. Su mente continuaba viajando a la idea de que no hubiera sido criado por su madre adoptiva, sino por los Dursley.

Al menos, en ese escenario, Harry y él se llevaban bien porque dependían en el otro. Pero de nuevo, el solo pensar que no estaba con Minerva le traía un gran dolor a Milo. Amaba muchísimo a su madre y, durante todos esos años, formó un vínculo con ella que no podría tolerar perder, aún si ello significara sacrificar su relación con su hermano mejor. Si lo que debía hacer para ser cercano a su hermano mejor era sacrificar su vínculo con su madre adoptiva, era algo que Milo ni siquiera podía obligarse a considerar. No podría hacerlo y eso solo hacía que se sintiera peor.

No, no era culpa de Harry y lo sabía muy bien. Alguien tuvo que haber interceptado sus cartas y quizá, querían que los hermanos Potter siguieran distanciándose, por quién sabe qué razón. ¿Pero por qué? ¿Por qué había un constante deseo de alejarlos? La mente de Milo reparó en lo que Artemisa le había mostrado, el después del ataque a su hogar, cuando él tenía dos años y Harry solo un año de edad.

Sus padres estaban muertos y solo se tenían al otro en ese momento, todo lo que los hermanos podían hacer era quedarse cerca. Eso era lo que Milo quería entre ambos, que Harry pudiera apoyarse en Milo cuando lo necesitara y Milo quería poder acudir a su hermano de necesitarlo.

Mientras Heidi intentaba descubrir por qué su poción no se tornaba púrpura, miró a Milo para ver cómo le iba, solo para ser testigo de cómo el chico lloraba sobre su caldero. Varios Ravenclaw y algunos de sus compañeros de Hufflepuff miraban en su dirección en lo que el chico contenía un sollozo, apretando sus labios para no hacer ruido. Abandonando su caldero, para ir hacia Milo, Heidi ignoró la fría mirada del profesor de pociones, aunque Snape aún no había dicho algo. Probablemente, porque el hombre estaba al tanto de que cualquier cosa que dijera en ese momento llegaría a oídos de la madre del chico.

PRONGSLET AND THE OLYMPIAN ALLIANCE ⟶ Harry Potter [ESPAÑOL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora