Buscando.

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Randy
Tres días llevo buscando esa maldita pulsera. Tres días aguantando dolores de cabeza. Tres días ansioso de poder acabar con la amnesia de Carly. Pero estos tres días han valido la pena, estoy seguro.
Hoy es día de escuela, así que me toca buscar ahí. Me levanto de la cama, me doy un baño rápido y me pongo mi ropa. También acomodo mi cabello. Tomo mi mochila y salgo de casa. Cuando llego, Howard me recibe.
-Cunningham, ¿donde has estado? No me digas que en el hospital...-me reprende.
-No, no he ido a verla desde el viernes. Tengo algo que contarte -y se lo digo. El asunto de la pulsera lo sorprende.
-Preguntale a Debby Kang, era la mejor amiga de Carly, ¿no?
-En teoría, era su única amiga.
-Pues preguntale a ella -la idea de Howard es tan estupenda que le doy un abrazo-. Por nada, ¡ya sueltame Cunningham!
-Lo siento.
Salgo corriendo como alma que lleva el diablo y choco con alguien. Ambos caemos al suelo.
-Lo siento mucho... -la miro- Theresa.
Ella se sonroja al instante y decido sonreirle. Me devuelve el gesto al instante pero nerviosamente.
-No... No te preocupes, Randy -agacha la mirada y comienza a recoger sus libros. Decido ayudarla.
-Yo te ayudo -le digo a la vez que lo hago. Ella vuelve a sonreír.
Sabia que le gustaba a esta chica, pero no que fuera tanto. Que tierna.
Cuando terminamos, me levanto y le tiendo una mano.
La toma y se queda de pie frente a mi.
-Gracias Randy -dice y se va. Pero luego recuerdo algo.
-¡Theresa! -ella se gira a verme- ¿Te importa si te acompaño?
Nega con la cabeza y me pongo a su lado. Vamos en silencio por un momento, hasta que ella lo rompe.
-Siento mucho lo de Carly -dice y a mi me llega la nostalgia, pero me contengo.
-Descuida, estoy buscando la forma de ayudarla. Y espero que funcione -sonrío.
-Solo debes ser positivo, creeme que ayuda -se recoge un mechón rebelde que se había atravesado en su flequillo.
-Gracias -hago una pausa-. ¿Conoces a Debby Kang?
-Claro que si -rie.
-¿Podrias decirme dónde está? -su expresión cambia de feliz a confundida, a tristeza.
-Debe estar en patio trasero -responde.
-Gracias Theresa -le digo y me voy hacia donde dijo. Y si, ahí esta esa chismosa de Debby Kang.
-¡Debby! ¡Debby! -grito repetidas veces para llamar su atención.
Se gira a verme y se confunde al instante.
-¿Qué ocurre Randy?
-Necesito hablar contigo, sobre Carly -mencionarla a ella basto para que nos alejaramos a un lugar donde no hay tanta gente mirando y escuchando.
-¿Sabes a quien le regaló la pulsera de New York? -pregunto.
-¡Oh recuerdo esa pulsera! Se la dio a Theresa por su cumpleaños... El día del accidente -dice y me sonríe compasivamente.
-¿Theresa Fowler? -hago memoria y si, ella la tiene. La vi cuando recogíamos los libros, pero no me había dado cuenta.
-Ella misma.
-¡Gracias!
Otra vez, me agarro a correr y la busco en los pasillos donde la vi. No esta. Me voy al gimnasio y ella si esta ahí. Es una bastonera, claro.
-¡Theresa! -exclamo y ella corre hacia mi- Theresa.
-¿Esta todo bien?
-Si, ¿podrias mostrarme tu pulsera?
-¿Esta? -la tiene. Oh, la tiene.
-Si, por favor, ¿me la regalarias? -comienzo a idear una excusa para evitar el por qué pero ella me la da sin rodeos.
-Ahi la tienes -sonríe.
-¡Gracias Theresa! - la abrazo muy fuerte y ella se queda rígida. Y muy roja.
-De... Nada, Randy -susurra y ríe nerviosamente.
-No sabes cuánto me has ayudado -le digo con una sonrisa mas que sincera.
Ella va a responder, pero entonces vuelve a suceder. Humo verde sale de su bastón y la convierte en un monstruo verde con ojos amarillos como una bombilla.
Mierda.
Me voy corriendo al baño y me pongo la máscara para salir en su búsqueda.
Cuando la encuentro, corro a destruir su bastón y ella vuelve a la normalidad.
-Ninja... Oh Dios mio, gracias -se lleva la mano a su cabeza.
-Descuida... ¿Te duele? -pregunto tocando la parte afectada de su cabeza. Tiene un moratón y un raspón.
-Si, sólo un golpe -suspira-. Oh, ¡duele!
Uso la esfera sanadora Ninja para ayudarla y noto que se sonroja un poco.
-¿Sigue doliendo?
-Un poco, si.
-¿Quieres que vaya mas lento?
-Por favor, duele.
-Esque necesito frotar la herida para quitarle la tierra y que no se infecte -respondo.
-Gracias Ninja... Suenas como alguien que conozco -dice tímidamente. Mierda.
-¿Ah si? -asiente- ¿Quien?
-Randy Cunningham.
Me quedo helado y ella se acerca a mi, toma mi máscara por los bordes y la sube. Debo detenerla. Pero no puedo.
-Randy...-susurra al verme a los ojos.
-Sorpresa -levanto mis manos.
-Oh Dios mio.
Le cuento todo. Todo. Como inició todo, como llegó Carly a esa azotea, todo. Theresa escucha atentamente cada cosa que sale de mi boca y se sorprende cuando hay que sorprenderse. De repente se le salen pequeños grititos y aun así no me interrumpe. Deja Tosas las preguntas hasta el final.
-¿Entonces por eso desapareces muy a menudo?
-Sólo cuando hay algún asunto Ninja que arreglar.
-¿Saber eso puso en peligro a Carly?
-Eso creo.
-¿Yo también corro peligro? -si expresión es asustada.
-No, no haces -la tranquilizo.
-¿Como sabes? -le tiembla la voz y se le aguadan los ojos.
-Por que yo me aseguraré de ello, Theresa -le digo sincerandome. Ella me abraza.
-Quiero ayudarte a recuperar a Carly -susurra en mi oído y se separa de mi.
-¿Lo dices enserio? -pregunto esperanzado.
-Si, ella enserio te hace feliz y cuando hablas de ella hay un brillo en tus ojos y se nota que la amas de verdad -responde y sonrio.
-Gracias de nuevo -le digo antes de tomar su mano y levantarnos a los dos, porque estábamos en el suelo.
-Vayamos a recuperarla, anda... -nos vamos caminando juntos hacia en hospital. No nos importa que apenas va a empezar el día escolar, están limpiando lo que destrozo Theresa y pasamos desapercibidos. Este año he faltado mucho a la escuela, tal vez repruebe.
De repente, ya estamos frente a la puerta de su habitación.
La abrimos, con una esperanza demasiado embriagadora, y que muere en unos segundos al ver a El Hechicero, y a La Hechicera con Carly, torturándola. Ella me mira con ojos suplicantes, pero solo ella, pues la malvada pareja esta de espaldas. Me pongo la mascara sigilosamente y Theresa permanece junto a mi en todo momento.
-¿Buscaban algo Hechiceros? -preguntó antes de comenzar la pelea.

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Holaaaaa. Chicos, esto esta llegando a su final. Me duele decirlo, pero creo que le quedan como dos capítulos y el epílogo, no estoy segura. Pues les agradezco por todo su apoyo y la respuesta que tuvo este fic, enserio gracias. Bueno, voten y comenten o no lo hagan, tal vez se enojen por que ya voy a acabar esto y no habrá segunda parte, así que ustedes deciden. Gracias.
Besos
DivergentOnFire

Enamorada del NinjaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora