S e v e n

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Juliette y Carlos se quedaron con Cameron, mientras Jay y Lukas salían a buscar comida para el niño. Ambos iban en un silencio demasiado incómodo, había un tema pendiente y Lukas no sabía como empezar la conversación.

───. Así que... ─── empezó, jugando con sus manos nervioso ─── ¿saliste con Harry?

Lo directo que había sido Lukas sorprendió a Jay por unos momentos.

───. Hace un tiemoo, sí ─── respondió Jay, mirando a su alrededor. Miraba la mosca que pasaba, las piedras y las manchas de colores, pero nunca los ojos de Lukas ───. Pero no resultó.

───. ¿Eres gay? ─── se aventuró a preguntar Lukas. Siendo tan directo que sorprendió a Jay, aún más.

───. Bisexual. Mi sexualidad no es tema que me guste demasiado, sobre todo por que mi padre no es el más abierto en estas cosas ─── explicó apenado ───. ¿Y tú?

───. Sí, supongo que sí lo soy ─── admitió, ladeando la cabeza ───. Nunca me detuve a pensarlo hasta...

───. ¿Hasta? ─── repitió Jay.

───. Hasta hace un año ─── terminó. Jay abrió ligeramente los ojos ───. Siempre lo supe, no era un secreto, creo que la mayoría en Auradon lo sabe, y los que no es porque realmente no me conocen.

───. Yo no puedo salir del closet, al menos no en Auradon. En la Isla es más fácil, si alguien intentaba hacerme o decirme algo me defendía, pero en Auradon eso no se hace. Así qué ─── se encogió de hombros ───... Pero creo que la mayoría se ha dado cuenta.

───. ¿Por qué lo dices? ─── Lukas lo miró interesado.

Jay tuvo que luchar con todos sus miedos e inseguridades para tomar la mano de Lukas. Lukas se congeló completamente, Jay intentaba actuar común, normal, pero Lukas tenía toda la cara roja. El morocho se giró a verlo al ver que no avanzaba, su cara estaba roja y miraba fijamente sus manos entrelazadas, su cabello teñido a castaño empezaba a volver a su color natural; rojo. Por lo que la raíz de su cabello era roja. Se veía demasiado bien a los ojos de Jay.

───. ¿Lukas? ─── murmuró Jay nervioso.

¿Y si lo rechazaba?

Lukas sonrió después de unos minutos y siguió caminando junto a él, en un cómodo silencio. Llegaron a un pequeño puesto donde compraron la leche, estaba demasiado cara y Jay comentó que tendrían que hervirla antes de que se la pudieran dar a Cameron.

ᒾ𝓢 𝐈𝐋𝐕𝐄𝐑| 𝘊𝘢𝘳𝘭𝘰𝘴 𝘋𝘦 𝘝𝘪𝘭 ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora