T h r e e

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───. Juliette me preocupa, James ─── comentó Larissa, observando junto a James como doce hombres instalaban antenas telefónicas y de internet a lo largo del País de las Maravillas, era una sorpresa para ella.

───. Ella va a estar bien, Lari ─── James tomó su mano ───. Letty es fuerte.

───. No. No. Esto ─── señaló hacia el castillo blanco, donde todos preparaban todo ───, esto la esta atormentando. Y ella adora a Carlos y a Auradon. Te lo aseguro James, Juliette no está bien. Y yo debería estar ahora con ella ─── Larissa se llevó la mano a la boca, mordiendo las uñas de sus dedos sintiéndose mal.

───. Sí, tal vez tengas razón ─── admitió James, ladeando la cabeza ligeramente nervioso ───, pero estás aquí para asegurarte de que todo sea perfecto y de su agrado. Ella y Lukas se las resolverán bien.

───. ¡No me hagas hablar de Lukas! ─── chilló Larissa, llevando sus manos a la cabeza ───. Cuando vinimos él estaba tan nervioso e indeciso por entrar al equipo de Jay. ¿Recuerdas lo qué dijo? Se puso a deliberar como loco, James. Él nunca había deliberado ─── se alejó de James, caminando hacia la mesa del té.

───. Lari, Lari, detente un momento ─── James la tomó por los hombros ───. Ya no son niños, Larissa. No tienes que estar detrás de nosotros cuidandonos como cuando teníamos 10 o 12.

───. ¡Sí tengo que hacerlo, James! ─── exclamó, alterada ───. ¡Tengo que hacerlo!

───. ¡No, no tienes qué! Tenemos 16, casi 17. No somos niños ─── James negó, acariciando su cabello.

───. Aún soy la responsable... ─── murmuró Larissa.

───. Sí, lo eres. Pero ya no nuestra niñera, cariño.

 Pero ya no nuestra niñera, cariño

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───. ¡Mal! ─── gritó Juliette, viendo a la (ahora) rubia subir a la moto que le regaló Ben.

Mal la miró asustada. Juliette había ido al bosque a despejarse y había visto la llamativa moto a lo lejos. Su mirada llena de confusión no tardo.

ᒾ𝓢 𝐈𝐋𝐕𝐄𝐑| 𝘊𝘢𝘳𝘭𝘰𝘴 𝘋𝘦 𝘝𝘪𝘭 ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora