Nuestros héroes siguen su camino hacia Ciudad Snowbelle y a la siguiente batalla en el gimnasio de Ash, mientras su entrenamiento continúa y se va intensificando.
Ahora mismo, el entrenador pelinegro se encontraba junto a sus 2 pokemón en un pequeño río, entablando estos 2 un enfrentamiento que inició tranquilo pero conforme pasaban los segundos, este iba subiendo de nivel pero sin llegar a exagerar o algo.
-Wow, están entrenando muchísimo- dijo Bonnie mirando desde la distancia.
-Tendré una batalla contra ellos después de cenar- añadió Clemont mientras el se encargaba de preparar la comida junto a Serena.
Esta última se mostraba un tanto dudosa debido a que el pelinegro se había empapado totalmente, así que le pasó una toalla, sin embargo el chico afirmó que estaría bien, aunque luego de un rato estornudó pero creyó que no era nada importante.
Al día siguiente
-Oigan, Ash está tardando un poco- fue lo que dijo Bonnie mientras se encontraba desayunando junto a su hermano y la pelimiel.
-Bueno, eso es porque estuvo casi hasta el amanecer entrenando- señaló el inventor con una ligera sonrisa.
-¿Puedes despertarlo por nosotros Bonnie?- preguntó Serena mientras se había quedado mirando de reojo a la tienda en dónde se encontraba el chico.
La pequeña rubia hizo lo que le pidieron, y justo entonces Ash salió de la tienda, frotándose un rato los ojos, antes de empezar a caminar, con Serena preguntándole si tenía hambre, pero este solo siguió caminando, sin embargo, estando a menos de medio metro, perdió fuerzas y se sostuvo de los brazos de su compañera, causando que esta se sonrojara levemente.
-Es...Es...tu oportunidad...ahora- dijo el chico mientras su respiración se notaba algo agitada.
-¿Qué...pasa?- preguntó la pelimiel mientras seguía nerviosa por la cercanía con el chico.
-Uh...uh...Yo- fue lo siguiente que dijo este último, incluso oyéndose aún más agitado.
-¿Yo?- se preguntó mentalmente la chica antes de que ambos se miraran fijamente- ¿Yo...Yo qué?
-Uh...¡Yo!- exclamó el pelinegro mientras parecía querer levantarse y mostrándose un poco más seguro.
Por su expresión, y más las palabras que decía, Serena se sonrojó aún más, creyendo que el pelinegro le diría algo, algo que se había estado imaginando con el pasar del tiempo, por lo que simplemente cerró los ojos debido a que no se sentía lista para escuchar esas palabras por parte del chico, sin embargo, sintió cómo las manos de este que se encontraban sujetando sus brazos poco a poco la soltaron, y el entrenador casi se desploma en el suelo, no sin antes decir: "Cola de Hierro...Pikachu"
Tanto la chica cómo los hermanos rubios se alteraron por esto, entonces lo ayudaron a sostenerse y Serena se dió cuenta que el pelinegro tenía fiebre, y una bastante alta, así que lo tuvieron que llevar de nuevo a la cama...Tras atenderlo unos minutos, Clemont y Bonnie se ofrecieron para traerle medicina a su compañero mientras Serena se quedaba con el.
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El Amor en Kalos
De TodoMientras continúan con su travesía por la región de Kalos, tanto los compañeros pokemón como entrenadores van fortaleciendo sus lazos. Aunque, 4 de estos empezaran a entender otro tipo de lazo, uno más que solo una simple amistad, algo mucho más pro...