Capítulo 3

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Era uno de esos días muy malos.  

No era por exagerar, pero Jungkook sentía como su sangre hervía a cada momento, sentía como su cuerpo se calentaba aún más y como el fuerte aire del clima lograba calmar un poco su pequeño cuerpo, no había ninguna explicación para que estuviera así, simplemente se despertó con ganas de odiar a todo el mundo, incluso su omega gruñía a cada segundo.

Desde que salió de su casa no había dejado de fruncir el ceño, podía sentir como su omega tenía ganas de gritarle a todo el mundo, sus padres habían evitado hablarle, ya que sabían que no estaba del todo bien, incluso no pasó a comprar su licuado de plátano, simplemente no quería hablar con nadie, porque sabía que iba a terminar gritándoles a todos.

Quería llegar y encerrarse en su oficina por el resto del día, jugar esos juegos de mesa que tenía por ahí y fingir que todo estaba bien, jodidamente bien, pero realmente nada estaba bien, llegó a la empresa, enseguida todos le estaban dando el paso, ya que sabían que no estaba de buen humor, su aroma era muy fuerte, todos lo podían oler, incluso si estaban en el segundo o tercer piso, soltaba leves gruñidos cada vez que alguien lo miraba o le sonreía.

Fue entonces cuando cierto alfa comenzó a caminar en su dirección, con una linda sonrisa en su rostro, Jungkook quería golpearlo, quería golpearlo porque el traje color negro que tenía se le veía muy bien, queria golpearlo porque su sonrisa era la mas hermosa que había visto en su vida.

—Jungkook.

—Mantén tu distancia, Kim—gruñó y siguió caminando. El alfa lo miró incrédulo, aún así caminó detrás suyo.

—Necesito que veas estos informes.

—Ahora no.

—Es muy importante que los veas ahora, no es por nada pero tus problemas dejalos en casa. —Jungkook paró en seco y lo miró con el ceño fruncido.

—Dije, ahora no. Veré esos informes cuando yo quiera, no me importa si no tienes tiempo después, si yo quiero me pasó esos informes por el trasero.

Todos los empleados estaban mirando la escena de ambos.

—No te dejaré hasta que los veas.

—¡Por el amor de Dios! ¡Dile a Hoseok que vea esos informes y no me molestes a mi! —Taehyung lo miró sorprendido, nunca un omega le había gritado así, se sintió muy ofendido.— Mira, Taekyun, no molestes y vete a tu maldita oficina.

Hubo un silencio muy incómodo, las personas estaban viendolos, como si sus vidas dependieran de eso. El omega tenía sus pómulos rosados, a Taehyung le pareció lindo. El alfa pensaba que no había mejor cosa que ver al omega enojado, con el ceño fruncido, labios torcidos y pómulos rosados.

—Iré a tu oficina en una hora. —dijo entre dientes y ambos caminaron en diferentes direcciones. Para cuándo Jungkook llegó a su oficina, dejo salir un bufido, demasiado brusco.

✷✷✷

Cuidar a un bebé no era una tarea fácil.

Primero, el bebé no había dejado de llorar, aún con las feromonas del alfa; el cachorro estaba muy inquieto, soltaba quejidos a cada rato y nada lograba calmarlo, segundo, el alfa no tenía ni idea de lo que estaba haciendo, trató de hacer reír al bebé, pero solo logró hacer que llorara aún más, intentó darle un biberón, pero simplemente no quería tomar leche.

Se estaba arrepintiendo de todo, Taehyung puso canciones de cuna, para ver si así lograba dormir el bebé, parecía funcionar, ya que había dejado de soltar quejidos y ahora estaba con los ojos entre cerrados, era muy adorable el bebé.

Un Aroma Peculiar (Taekook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora