Issei se encontraba confundido ya que se suponía que estaba muerto pero ahora resulta que estaba en este extraño mundo, donde en su mundo lo Sobrenatural se mantenía oculto desde diferentes planos de la realidad pero aquí todos caminaban frente a la...
Visitando una aldea en el bosque y una Morrigan molesta.
Vergil caminaba con la Diosa Celta por un sendero camino a una de las aldeas militares de este mundo más poderosas, siendo que había ganando las tres guerras de ese mundo de manera seguida esto claro que intereso a Morrigan que quería visitar ese pueblo después del destrozo que hizo cuando esos dos sujetos los atacaron, mirando a la Diosa podía verla riéndose mirando un panel que solo él podía ver.
Otra vez torturando a esos ninjas, porque simplemente no rompes su mente y los vuelves unos más de tus cuervos. - dijo Vergil divertido del rencor de la Diosa que se rio divertida.
Ese mocoso planeaba sacrificarme a mi, la Diosa del Muerte, Guerra y Destrucción aun Dios menor con poco poder en el mundo que solo regala una falsa inmortalidad. - dijo Morrigan antes de mirar otra vez el panel con una sonrisa inquietante.
La tortura que ahora mismo esta recibiendo es digna de mención, quedo estado catatónico un par de veces. - dijo Morrigan mirando la tortura antes de un movimiento de su mano el panel desapareciera revelándole una puerta algo grande.
Así que este es el pueblo de Konoha, no es la gran cosa puedo decir que sus guerreros son una sombra de lo que fueron en el pasado. - dijo Morrigan usando su autoridad como Diosa de la Guerra para medir la habilidad de todos los guerreros de la aldea decepcionándose.
Pero no puede negar que su líder esta al nivel de Aquiles, un semidiós poderoso como habilidoso. - dijo Vergil mirando a la torre del Hokage desde la entrada, Morrigan asintió mirando en la misma dirección.
Caminaron hasta la puerta viendo a los guardias dormidos, para ambos Dioses esto era patético ya que este comportamiento solo era el reflejo de su arrogancia y para Vergil la responsabilidad era un deber que no se debe descuidar, sin dudarlo desenvaino su katana a una velocidad divina que nadie de los que vigilaban realmente el lugar llegar a verlo y después de eso tomó unos papeles que ellos llenaron antes de entrar a la aldea y una hora después en los cuellos de ambos shinobis se formó un charco de sangre.
Caminando por la aldea ellos eran el centro de atención de los aldeanos, donde tanto hombres como mujeres por su apariencia como aura a su alrededor, los hombres no podía evitar comerse con la mirada a la Diosa mientras vestía un hermoso vestido que parecía el atuendo de una reina y la armadura de una guerrera de color negro con rojo y detalles dorados resaltando su encantadora figura a la vez que contrastaba con su delicada piel pálida y hermosos ojos rojos como la sangre misma.
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Lo mismo era con Vergil que vestía una camisa azul formal con jeans olgados azul oscuro junto a un cinturón donde colgaba sus dos katanas, cada una sedienta de sangre pero eso no importaba, botas de combate negros con guantes sin dedos en las manos y su cabello plateado dándole una presencia
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