Capitulo 2

3.6K 202 144
                                    

Vergil contra Quetzalcóatl que comience la batalla.

Vergil se encontraba caminando por una selva tropical en alguna parte de México, este no podía estar más feliz de por fin haber llegado a su destino.

Después de haber estado 5 malditos meses buscando diferentes maneras de entrar sin acercarse a los Griegos encontró la solución de entrar por mar y para su eterna alegría había una entrada desconocida por los Dioses, por lo que la aprovecho y memorizo su ubicación para decírsela a los Dioses Aztecas.

Naturalmente se lo debería advertir a los Griegos pero no confiaba en esos tontos arrogantes, ya muchos problemas tenía con haber maldecido a las cazadoras pero no iba a dejar a esa niña impune sabiendo las dificultades que tuvo su madre para tenerlo.

Tranquilo compañero, según dicen las noticias (Ninfas), las cazadoras ha estado sufriendo bajas en todas sus cacerías y Artemisa ha estado buscándote con mucha desesperación. - dijo Draig con una risa fría y Vergil también sonrió levemente recordando las noticias más recientes.

Al parecer fuerzas del pasado se estaban levantando en el Panteón Griego y Artemisa como la Diosa de la Caza fue la encargada de eliminarlos pero como resultado muchas cazadoras habían muerto por su maldición, esto no paso desapercibido por los demás Dioses Olímpicos por lo que ahora era conocido por ellos y tenía su odio por lo que era buscado por todos los Olímpicos pero eso fue olvidado cuando Artemisa revelo su relación con los Nórdicos.

En realidad recuerda que hubo un mensajero de Asgard en el Olimpo que comunicó la cancelación de todos los negocios entre ambos Panteones, y Morrigan se había encargado de robar muchas de las almas que deberían estar en custodia de Hades, esto molesto a Zeus y encontra de todo sentido común fue a reclamarle, pero ese día él estaba de visita.

Flashback.

Vergil caminaba por un paramo muerto del Inframundo Celta, había venido para visitar a Morrigan después de muchas semanas de no hacerlo pero sabía que ella no estaría molesta mientras lo visitará antes de pasará un siglo no habría ningún problema.

También se dio cuenta que se encontraba en los años 1800, no entendía como New York era considerado como la mayor potencia ese año pero después de mucho tiempo le dejo de importar y se dedico a explorar esa época y claro golpear algún machista y racista en su camino dicho sea de paso.

Dejo sus pensamientos de lado cuando sintió una presencia desconocida en el castillo de Morrigan pero rápidamente notó el origen griego y la lujuria casi descontrolada del ser por lo que no tuvo que pensar mucho de quien era y con corriendo a una velocidad divina llegó a la sala del trono de Morrigan pero no fue notado, por lo que aprovecho ese hecho para vigilar las acciones de Zeus desde las sombras.

DIME, ¿PORQUÉ ROBAS LAS ALMAS DE MI PANTEÓN?. -grito Zeus de manera descarada olvidando que estaba en territorio Celta por lo que podía causar una posible guerra política y mayor sería el problema al estos estar relacionados con los Nórdicos.

No me grites Zeus, no olvides que este es mi territorio por lo que hablaremos bajo mis reglas. -dijo Morrigan con frialdad y Zeus se puso rojo de la ira.

Morrigan es una hermosa mujer de piel blanca, ojos rojos como la sangre misma, un rostro fino y hermoso con labios de color rojo natural, pestañas largas que enmarcaban sus ojos con unas finas cejas, vestida con un simple vestido verde muy oscuro casi negro, con ella un bastón de color negro con hermosos tallados de cuervos o cornejas. Pero que su apariencia no engañe porque este bastón liberaba una poderosa aura divina que dejaba a muchas armas divinas como simples baratijas.

 Pero que su apariencia no engañe porque este bastón liberaba una poderosa aura divina que dejaba a muchas armas divinas como simples baratijas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Issei en Percy JacksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora