Capítulo 5.

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LALISA MANOBAL.

Becca y yo esperábamos a Jennie fuera de su departamento. Becca sin duda estaba mucho más emocionada que yo, aunque era un día completo con Jennie, esto no terminaba de agradarme, estos momentos casi nunca terminan bien.

Y lo que menos quiero es que Becca presencie algo entre nosotras, ya suficiente tiene con las peleas de su entorno para yo agregarle una más. Porque este va a ser su día.

Suspire por el aburrimiento de tener que estar esperando a Jennie, tardaba mucho.

—Listo —abrió la puerta de golpe, dejándose ver.

Mi quijada cayó al piso. Estaba hermosa, y es que Jennie hasta con lo más sencillo se veía espectacular. Un vestido el cual se adhereía a su cuerpo en la parte de arriba y caía suelto abajo, corto. Su cabello amarrado en una coleta con varios mechones sueltos; poco maquillaje y luciendo reluciente.

Siendo ella misma.

—Voy caminado hacia el coche —dijo Becca. Dejándonos a nosotras atrás.

Me quede con la mirada perdida en ella. Perdida en sus ojos, en sus mejillas y sus labios, admirando lo hermosa que era. Y que no importa cuanto tiempo me quedara con la vista sobre ella, nunca sería suficiente para terminar la obra de arte que era Jennie.

—Estás hermosa —dije por fin.

Aquella me regaló una sonrisa sincera, —Cuidado y te escucha tu novia.

Se encogió de hombros y avanzó.

Tomé una bocanada de aire. Lo que me esperaba este día.

Bajamos por el asencor y lo que para mí probablemente era un ambiente incómodo, para Jennie no era molesto. Iba relajada y poco cargada.

—Somi no es mi novia —musité. Aproveché y agradecí que el ascensor se abrió justo en esos momentos para así salir y no tener que darle explicaciones de nada.

Porque el corazón parecía querer salírseme del pecho; mi pulso estaba verdaderamente alocado, mi cabeza tenía un sin número de ideas y mi cuerpo un montón de miedo. Porque el hecho de sentirme sola con Jennie, encerrada y hasta tener en cuenta que tendré más contacto con ella del cual yo creí, era suficiente para desear volver a mi cama, pero al mismo tiempo, que el día no terminara.

JENNIE KIM.

Egoísmo.

Por puro egoísmo, porque no quería ver como pasaba el día con ella, o más bien, no quería imaginarlo. Esperé llegar a mi casa en la noche, y encontrarme con cualquier cosa menos con eso; después de un mes de estar evitando a Lisa, llegar muy temprano o sencillamente no llegar hasta altas horas de la noche, mi impulso me llevó a hacerlo más temprano.

Porque no iba a mentir, me moría por verla, por saber como estaba. El negocio que hice con Mino atrajo a más personas, y más mensajes de odio. Porque la gente no me quería ver con él.

Pero esto no era real, esto era Marketing, solo que yo fui la tonta que lo aceptó.

Ver el rostro de Lisa caer al enterarse de la noticia y frente a mis narices, me dejó pensando toda esa noche. No me enorgullecía de aquello; pero no puede ser que después de todo ese tiempo sigamos sintiendo como si fuese la primera vez. ¿Cómo puede ser eso real?

Como pude sentir algo quemarme cuando ella y Somi se besaron. Y ahora tenía que fingir que dentro de mí no había un remolino de celos absurdos. Quizá y Jisoo tenga razón. Quizá todavía Lisa no esté superada del todo.

—¿Cómo se siente el ser famosa? -preguntó Becca, haciéndose hacia adelante.

—Depende. Creo que hay días buenos y días malos. Está la invasión a la privacidad, a la gente le está importando más el tocarte o poder saber de tu vida, que tu salud o el como te encuentras —suspiré—. Supongo que es de las peores cosas. Cuando llego a los aeropuertos y veo a toda esa gente, mi corazón parece desbocarse.

Corazones Medio Rotos. (jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora