LALISA MANOBAL.
—¿En qué carajos estabas pensando, Becca? —bramó Somi—. Salirte de esa manera, e ir a buscar a Michael, tus padres te han hablado muchas veces sobre eso.
Me crucé de brazos. Yo simplemente observaba, todavía no me atrevía a dar una opinión sobre este caso. Y menos empezar algo u alguna discusión en el mismo hospital.
Esto para mí era muy chocante, no imaginé jamás que las cosas fueran a ir así. Incluso, me cuesta todavía procesarlas.
—Pienso en mi hermano, ya que nadie lo quiere ayudar, ¿que creen que puedo hacer?, a ustedes no les importa Michael —declaró, claramente dolida ante la poca atención de la familia hacia Michael.
—Él decidió eso.
—Es un niño. ¿Qué puede decidir?, fue tu jodido novio y la vida de mierda que le dedicaban nuestros padres —escupió, enojada.
—Controla esa boca, Becca. Basta de tus jodidas quejas, se hace lo mejor que se puede —expresó.
Aquí nada estaba bien. Una se negaba la realidad y la otra estando distante ante la vida. No sé cual estaba peor.
—Hago lo que puedo, hago todo por mi hermano. Porque merece ayuda, está hundido en las drogas –dijo Becca con lágrimas en los ojos—. Yo no... yo no puedo permtir que se hunda más, yo no...
Me acerqué a ella y la abracé, —Hey, Becca. Tranquila, ¿sí?
—La apoyaste sin consultarme, Lisa. ¿Tú que te crees para hacer eso? —me reprochó.
Pero a diferencia de Becca, no perdería la calma.
–Solo hice lo que creí justo, es un niño, Somi. ¿Dónde están sus padres cuando más él los necesitaba?, te metiste con un hombre muy mierda, demasiado mierda —puntualicé—. Ahora, a mi no me alzas ni la voz, no me vienes a dar tus quejas y mucho menos me dices lo que tengo o no que hacer mientras en mis manos esté y sea correcto; lo haré.
—Pero no con Becca y Michael. Ellos son mi familia —su rostro estaba rojo de la cólera.
—Claro. Pero que conste, fue ella quien me buscó a mí por ayuda, porque no confía en ninguno de ustedes. ¿Es posible que una chica que a penas y me conoce confíe más en una extraña que en su propia familia?, medíquense, algo hacen mal —expresé con toda sinceridad.
—Li-lisa, hay que ayudarlo, por favor.
—No, Michael...
—Es un niño, Somi —intervine—. Y créeme, les puede ir muy mal si saben como lo tratan. No sé que pasa, no sé porqué se comporta de esa manera. Pero déjame ayudarlos.
—No necesitamos tu dinero, Lalisa.
—¿Y quién dijo que será mío? –alzó las cejas, curiosa—. Pensaré en una forma, denme hasta mas tarde, por mientras la cuenta del hospital sí que corre por mí.
Becca sonrió, —Eres la mejor, Lisa. La mejor de todo este mundo.
—Tus abuelos no estarán contentos con esto y tus padres menos, Somi. Y me querrán fusilar —rechinó.
—Por lo menos sé que estoy haciendo lo correcto, y tú también —respondió Becca—. Vamos, tía. Por favor, apóyanos.
Somi me miró directamente a mí, y por un momento pareció olvidarlo todo, avanzó hasta mi dirección, y me terminó abrazando con fuerza. Enterrando su cara en mi cuello.
Ella lo necesitaba.
—Gracias, Lisa. Muchas gracias.
—No es nada, Somi. Ahora tengo que regresar a casa y cambiarme esta ropa.
ESTÁS LEYENDO
Corazones Medio Rotos. (jenlisa)
RomanceJennie Kim Y Lalisa Manobal. Dos personas que a pesar de las dificultades quisieron seguir unidas. Pero las mentiras tienen patas muy cortas. Después de estar separadas, Jennie cumplir su sueño y Lisa darse un tiempo a solas para pensar las cosas. C...