CAPITULO CUATRO

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— ¿Viste lo que le dio Esteban a Amelia después de que bailó? — Dice Alex mientras esperamos que se nos haga la hora para la próxima clase.

— Sí así vi, le regaló flores y un chocolate.

— ¿No sabes... si ella ya se comió los chocolates?

— No, mira, ahí viene Amelia, vamos a preguntarle.

Amelia se nos acerca y empieza a organizar sus cosas en la mesa y nos mira entre cerrando los ojos sospechando.

— Chicos... — Nos dice sospechando de nosotros. — ¿Qué les pasa? ¿Por qué me miran así?

— Te queremos preguntar algo... — Miro a Alex para que le diga.

— Ehhh... Sí. Sabes, vimos que Esteban te regaló unos chocolates y queríamos saber si todavía los tienes.

— Sí, aquí están, los traje por lo mismo, igual yo les iba a dar después de todo. Pero ayer se fueron rápido y no los vi más. Mejor dicho ustedes me abandonaron. — Nos señala acusándonos.

— Claro que no. — Le digo — No sabía que te venías con nosotros. Si nos hubieras dicho por lo menos algo o darnos una señal de humo de que te ibas a ir con nosotros, no te hubiéramos dejado.

— Si tienes razón pero igual. Me abandonaron.

— Amelia si eres dramática. Deja el drama, pasa los chocolates y listo se acabó el problema. — Le dice Alex.

Amelia nos miró con desprecio pero al final nos dio los chocolates y Alex se quedó tranquilo. De repente vemos que se nos acerca Emmanuel.

— ¡Chicos!, ¿cómo están? Cómo sé que les gusta muchísimo bailar, están invitados a la feria de hoy en la noche. Va a estar genial, les va a encantar. Va a ver mucha gente y hasta podrán mostrar sus talentos. — Nos dice muy emocionado, de verdad se le nota en la cara que nos quiere ver en el festival.

— ¡Sí claro!, allá estaremos — Le dice Alex.

— Bueno chicos, nos vemos en la noche.

Luego de que Emmanuel se fue, nosotros empezamos a caminar hacia el salón de historia, cuando llegamos vimos que la profesora ya estaba escribiendo en la pizarra, creo que llegamos un poquito tarde. Nos sentamos y prestamos atención.

Cuando terminó la clase, nos fuimos para una heladería, cada uno pidió su helado. Alex de chocolate, es su favorito, Amelia de fresa y el mío es de oreo. Buscamos una mesa y empezamos a hablar del último reto.

— ¿Ustedes todavía no saben que canciones son el último reto? — Nos pregunta Amelia.

— No, todavía no sabemos, no han publicado nada todavía — Dice Alex concentrado en su helado.

— Alex por cierto... ¿me vas a decir que fue lo que pasó en el auto la otra vez? — Le digo por qué quiero saber qué es lo que le pasa.

— ¿Qué le pasó a Alex? De que me perdí. — Nos dice Amelia

— Te explico. Cuando pasé buscando a Alex me dijo que en algún momento nos íbamos a distanciar. Y supuestamente es por la universidad. — Le digo mientras miro a Alex que está concentrado mirando por la ventana.

— Alex... ¿no nos piensas contar? Te conocemos perfectamente para saber que nos estás ocultando algo y no quieres decirnos. — Le dice Amelia

— No es nada importante chicos, nada más que... ehh... — Observo que estaba un poco nervioso por lo que iba a decir. — Me iré a Canadá después de graduarnos y voy a estudiar en una universidad que está por allá. Sabes... nada más lo estaba pensando por qué muchos grupos de amigos así como somos nosotros, siempre se separan por la distancia o tienen nuevos amigos y no quiero que eso nos suceda a nosotros. Eso es todo lo que me pasa.

El amor de Dyland #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora