Me quedé un poco pensativo con lo que pasó en la fiesta y en la casa de Clara. Le mandé un mensaje para saber de ella, pero no me contesta. Yo respeto su decisión, pero lo mejor es que me cuente lo que pasó realmente. Le pregunté a su amiga y no me dijo nada. Así que voy para su casa.
— Hola Mario, ¿Está tu hermana?. Necesito hablar con ella. — Le digo
— Claro, pasa. -— Me dice dándome un espacio para entrar. -— Voy a avisarle que estás aquí. — Así que sube para el cuarto de Clara.
Después de unos minutos, por fin baja. Pero no me mantiene la mirada
—Dyland... ¿Qué haces aquí?.
—¿Te sorprende verme?.
—Un poco...
—Me dejaste preocupado, no me respondes los mensajes y ni siquiera me quieres decir lo que pasó en esa fiesta. Tenía que venir para saber por mi propia cuenta.
—Dyland... Yo... Mira, lo que pasó fue que después de terminar la fiesta estuvimos esperando el taxi que nos iba a traer a la casa, pero de repente se nos acercaron esos hombres y no sabíamos qué hacer. Nos quedamos congeladas. Tenía miedo. Mi amiga trató como de defendernos y no pudo. Queríamos huir, pero nos lograron atrapar. El taxi nunca llegó y a ella se le ocurrió llamarte.
—Pero que paso con las personas que estaban en ese lugar. ¿No vieron nada?.
—No, nadie nos pudo ver. Por qué nos movimos del sitio.
—¿Pero por qué se les ocurrió moverse de ese lugar?. — Digo un poco frustrado.
—Dyland, por favor. Déjame explicarte. — Me dice acercándose poco a poco hacia mí. No le digo nada, así que ella sigue.
— La única opción era llamarte. Mi hermano no sabe nada de lo que pasó. Así que por favor no le digas nada. No quiero que se enfade conmigo. Él no quería que fuera.
— ¿Cómo que no quería?. ¿Fuiste sin permiso?.
—Si tenía el permiso. Pero a él no le agradaba la idea de ir a esa fiesta. Por favor Dyland entiéndeme. — Me dice y puedo observar como una lágrima cae por su mejilla.
—Está bien... Ven aquí. — Le digo. La agarro de la cintura y la acerco a mí para darle un abrazo. Levanto su cara con mis manos y le digo — Mientras yo esté. No voy a dejar que nada malo te pase. — Me acerco y le doy un beso en la frente — ¿Qué te parece si vamos por un helado?.
— Está bien, voy a subir — Me dice secándose una lágrima.
Estando en la heladería creo que es el momento perfecto para decirle todo lo que siento por ella. Aunque, tengo una mejor idea.
—Y si... ¿Vamos para otro lugar? — Le digo recibiendo los helados.
— ¿Para dónde tienes pensado ir?.
—Te voy a mostrar un lindo lugar
—Está bien... Vamos.
Nos montamos en el auto y mientras tanto nos vamos comiendo los helados. Estoy un poco nervioso. Llegamos al sitio y me quedo observando su rostro. Puedo ver cómo se ilumina su mirada al ver el parque por el día.
—Wow, tenías razón de día es bellísimo y de noche igual por las luciérnagas jaja. — Me dice sonrojándose.
— Ven, vamos a sentarnos por aquí para ver el paisaje. — La tomo de la mano para guiarla.
— Es bellísimo...
— Sabes... Quiero... Hablar contigo de algo Clara. — Estoy nervioso
—¿De qué quieres hablar?.
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El amor de Dyland #1
Short Story- Se trata la vida de un chico que a pesar de su pasado, de su esfuerzo y dedicación con amor al básquet, llegó lejos cumpliendo cada uno de sus sueños. Superó la muerte de uno de sus seres queridos y una figura muy importante para él en su vida, tu...
