CAPITULO DOCE

112 37 0
                                    

— Maxwell me invitó a salir — Nos dice Amelia agarrando una porción de pizza.

Los chicos vinieron a mi casa para hablar sobre el festival.

— ¿Cómo que te invito a salir? — Dice Alex — ¿Pero cuándo?.

— Hoy me dijo, para ir a comer helado y después irnos al cine.

— Wow, Wow, Wow Calmado pueblo. - les digo.

—  ¿Qué tiene de malo?

— Nada, no tiene nada de malo. Si no que no me lo esperaba. — Les digo
sirviendo un poco de refresco.

— En fin, vamos a salir a las 3:30 pm. ¿Dyland no te importa si me arreglo aquí?, Es que ya me traje todo para acá, así me dijeras que no, igual lo iba a hacer.

— Claro que lo puedes hacer, esta es tu casa también querida. — Me llevo el vaso a mis labios y tomo un sorbo de refresco. — Pero ten cuidado.

— Está bien.

— Bueno dejando lo de Maxwell a un lado, ¿qué pasó con Fabricio?.

— Lo que les puedo decir es que me enteré de que está saliendo con alguien.

— ¿Cómo? — Alex y yo nos miramos al mismo tiempo.

— Sí, como acabo de decir, me enteré hoy.

— ¿Y cómo te sientes?

— La verdad muy bien, tuvimos nuestro momento, pero sabía que no íbamos a llegar a ningún lado. Por si también se lo preguntan, Esteban todavía siente algo por mí, pero... Hablé con él.

— Dios, ¿Qué le dijiste? — Dice Alex

— Le dije que... Lo veía como un amigo, que no sentía así cosas por él y otras cosas. Lo bueno es que lo hablamos y quedamos como amigos nada más. ¡Pero veamos el lado positivo!.

— ¿Cuál?

— ¡Voy a salir con Maxwell! — Dice toda emocionada.

— Es un buen punto, igual se están conociendo, ve con cuidado. Por qué si se estaba portando raro contigo y después que van a salir. Por eso digo que no me lo esperaba.

— Siii te entiendo, pero vamos a salir.

— Está bien. — Le digo

Después de hablar sobre el festival y de lo que se iba a poner Amelia se nos pasó la hora. Amelia se fue a bañar y arreglarse para salir con Maxwell, mientras que Alex y yo vemos películas para después ir a la cancha. Hoy le voy a enseñar los movimientos.

— Chicos me voy. — Nos dice Amelia en la entrada junto a la puerta.

— Vale, cuídate. ¡¡Disfruten!!

— ¡Pero no demasiado!! — Le grita Alex.

Después que se fue Amelia, nosotros nos cambiamos y nos fuimos directo a la cancha, esta vez no me traje el auto por qué queríamos caminar.

— ¿Hoy vas al hospital?

— Sí, creo que sí. Después de que juguemos un rato, me cambio y me voy directo.

— Tienes tiempo sin ver a Hasly. No me has contado nada de ella.

— Es qué sí, no te he hablado de ella por qué no la he visto, pero hablé con mi mamá y me dice que su enfermedad está avanzando demasiado rápido, está muy débil, en cualquier momento puede decaer y morir.

— Sí, lo sé, me imagino como debes de estar, le tienes mucho aprecio.

— Sí, es que no se merece esa enfermedad.

El amor de Dyland #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora