𝐮𝐧𝐨

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El día en la clínica había sido muy tranquilo.

Un gatito que necesitaba una desparasitada.

Un pez que se veía muy triste y su dueña de ocho años creyó que estaba a punto de morir.

Y unas cuantas mascotas con leves cortaduras o golpes pequeños por culpa de puertas corredizas.

Heeseung estaba revisando los documentos en el escritorio de la recepción, esperando la llegada de Jay quien había ido por café para empezar el turno de noche.

Una tormenta había empezando y Heeseung veía aburrido un ensayo de una nueva técnica para la extracción de tumores en perros.

Lo primero que escucho fue una voz un poco aguda gritando, al ver a la puerta vio a un chico que corría con una manta rosa en sus manos, de pequeña estatura estaba empapado y se veía preocupado.

Al llegar a la puerta chocó con esta golpeándose con ella y protegiendo la cobija en sus manos.

Heeseung lo vio sorprendido al ver al chico de baja estatura levantarse con quejidos del suelo y abrir la puerta.

Un aroma a fresas inundó el lugar y el lobo de Heeseung prestó atención al ver al omega desesperado frente a él.

— ¡Malditas puertas! — el omega se acercó al mostrador y al mostrar sus brazos se vio a un pequeño perrito blanco.

Heeseung lo vio con preocupación al ver al pequeño animal con su piel lastimada, estaba muy delgado y se veía aterrado el pequeño animal.

— ¿Qué le sucedió? — Heeseung se acercó y tomó al perro en sus manos.

El omega al ver a Heeseung sintió como su rostro enrojeció.

Los lindos ojos cafés, el porte masculino, su mandíbula marcada y su rostro técnicamente tallado por los dioses del olimpo.

— E-estaba caminando y lo vi en un terreno baldío, estaba encadenado y p-parece que sus dueños lo maltratan. — el omega tartamudeó nervioso.

Heeseung negó con la cabeza y vio un segundo al omega que lo veía directamente.

El alfa lo vio con indiferencia y camino hacia el área donde examinaba a los animales.

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Después de una hora examinando al perrito... o bueno perrita, Heeseung asomo la cabeza indicándole a Sunoo que entrara al área donde estaba la pequeña asustadiza que orinó su mano.

— Tiene pioderma, es una sobreinfección bacteriana, usualmente es porque ya tenía otra infección, posiblemente era dermatitis o demodicosis. — el alfa hablaba frío hacia Sunoo pero acariciaba dulcemente al animal. — Parece que solo afectó su epidermis, así que no es tan grave. Su tratamiento serán baños antisépticos usuales y un tratamiento antibiótico.

La voz profunda del alfa pronunciaba palabras que el omega no entendía por completo, viéndolo con admiración... ese alfa es bonito y muy inteligente. Sunoo quiso suspirar.

— ¿La adoptaras? — el alfa preguntó nuevamente, su ceño estaba fruncido pues se veía que el omega estaba pensando en algo más.

Sunoo parpadeo muchas veces despertando de su fantasía.

— Y-yo si. — tartamudeó Sunoo — tengo un gato y quería adoptar un perro hace tiempo, y-yo-

— Bien, tengo que tomar tus datos porque esta pequeña estará en tratamiento por un tiempo. — Heeseung se alejó sin siquiera darle tiempo al omega de disfrutar su aroma a menta simple.

Heeseung se acomodó en el escritorio y tomó una pluma.

— ¿Nombre?

— Kim Sunoo.

— ¿Nombre del cachorro?

Sunoo sonrió.

— Piña. — sonrió Sunoo feliz.

Heeseung lo vio extraño.

— ¿Piña? ¿No se te puede ocurrir un nombre mejor?

Sunoo bajo los hombros.

— Es lindo, ¿a quién no le gusta la piña?

— Muy dulce. — Heeseung hizo una mueca — Pero está bien.

Sunoo sonrió y sintió sus ojitos brillar al ver al lindo alfa frente a él.

Heeseung le hizo preguntas de rutina y le dio ciertas indicaciones.

Todo manteniendo su voz neutra y sin emoción que hacía al omega temblar.

Sin más el omega fue con el perrito.

La vio tiernamente, la perrita estaba seca y se veía un poco mejor de como la encontró.

— Hola, piña. — Sunoo sonrió e hizo una voz boba.

— Ellos te entienden mejor cuando les hablas con tu voz normal. — Heeseung dijo frío atrás de él — Aquí tienes sus medicamentos y los días que tienes que venir para darle sus baños.

Sunoo asintió feliz y le sonrió al alfa.

— Gracias, vet Lee. — sonrió Sunoo.

El alfa asintió y se alejó del omega que tenía a Piña en una cajita con una manta nueva y varias cosas que necesitaría para más adelante.

Sunoo veía al alfa y dio la vuelta para abrir la puerta con la espalda y al mismo tiempo poder seguir viendo al lindo alfa
frente a él.

Heeseung estaba viendo la computadora aburrido.

Sunoo chocó con la puerta murmurando un "auch".

— La puerta se jala. — la voz del alfa se escuchó haciendo al omega sonrojarse.

— G-gracias. — Sunoo sonrió feliz y salió rápido del lugar.

Al llegar al auto puso a Piña junto a él y la perrita lo vio expectante.

— ¿Verdad que es lindo? — Sunoo chilló feliz y vio a la perrita que bostezo y se acostó en su cajita, arropándose de la lluvia en la cajita.

Sunoo sonrió y acarició a Piña que se quedó débilmente dormida.

cute vet | heesunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora