𝐜𝐚𝐭𝐨𝐫𝐜𝐞

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Sunoo se movía entre las sábanas.

Vio el reloj junto a él.

Son las tres de la mañana.

El sonido de los relámpagos y el olor diferente a sus sábanas lo despertó.

Estaba en el departamento de Heeseung.

Heeseung no estaba en la habitación y Sunoo estaba usando su gran camiseta con un estampado de una banda de rock, no estaba usando pantalones pero sus bragas seguían puestas.

Otro relámpago lo hizo saltar en su lugar.

El omega sentía un poco de ese alcohol sabor a frambuesa en sus labios.

El pelirrosa se levantó de la cama y salió de la habitación.

¿Dónde estaba Heeseung?

El omega llegó a la sala de ese apartamento con paredes blancas y muy pocas decoraciones.

Llegó a la sala y vio a Heeseung acostado en el sillón, este no podía dormir por la ruidosa música de su vecino.

— ¿Sucede algo?

La voz del alfa lo hizo temblar al darse cuenta que este no estaba dormido.

— Y-yo... tengo miedo.

Heeseung se levantó del sillón y llegó con Sunoo.

Lo abrazo por la cintura y ocultó el rostro del omega en su pecho.

Lo estaba marcando con su olor.

Y al mismo tiempo Heeseung disfrutaba del olor a fresas.

— Es solamente una tormenta, además estoy aquí, omega, nada te pasará si estoy presente.

Sunoo sintió sus piernas fallar por los nervios que le ocasionaba el alfa.

— ¿Puedes dormir conmigo?

Pudo sentir como el corazón de Heeseung se aceleró.

— No puedo...

Sunoo sintió como su corazón se detuvo un segundo.

—¿P-por qué no?

— Porque entonces no podré controlarme... — el alfa acercó su rostro al de Sunoo, pasó su nariz por su cuello, por su cabello y su delicado rostro, aspirando su olor, dejando pequeños besos en su rostro, sin tocar sus labios. — Me vuelves loco.

El alfa sentía calor, ahora no era su parte racional la que hablaba, era su corazón y su alfa.

— Hee... —el omega salto un poco cuando las manos del alfa acariciaron su cintura debajo de la camisa. — Por favor... —susurró.

— ¿"Por favor" qué, omega? — siguió oliendo su cuello, acariciando su cintura con sus fuertes manos.

— Bésame, por favor. —susurró el omega con su voz entrecortada y sus mejillas rojas.

Heeseung pegó la espalda del omega a la pared, la única iluminación era la que entraba por su ventana, la cual era muy débil y era de un color azulado.

Una de sus manos viajó a su cadera y la otra a su rostro, acariciando su mejilla derecha y con su pulgar delineando sus labios.

— Me gustas mucho, Heeseung. — susurró Sunoo.

Heeseung sin pensarlo lo besó.

El único ruido que se escuchaba era el de la lluvia y la música que escuchaba su vecino, especificamente Champagne Coast por Blood Orange.

Heeseung besó a Sunoo delicadamente.

Sus labios acariciaron los de Sunoo, sintiendo ese dulce sabor a frambuesas y su nariz cada vez más podía ubicar el dulce olor a fresas.

Sus manos seguían acariciando la cintura de Sunoo.

Débilmente el omega abrió la boca.

La lengua de Heeseung entró en su boca y Sunoo disfrutó el ritmo que tomó el beso, siendo más intenso y pasional.

Heeseung mantenía a Sunoo pegado a la pared, con sus manos acariciando sus caderas debajo de la camisa, sintiendo el encaje de las bragas que él mismo deseaba destrozar con los dientes.

Hermana pegó sus caderas a las de Sunoo, sintiendo la pequeña erección que tenía Sunoo y frotando la suya.

Se separaron unos segundos para tomar aire y Heeseung sintió tocar el cielo cuando Sunoo tomó sus mejillas y volvió a besarlo fuertemente.

Las manos del menor acariciaban el cuello y espalda del alfa.

Heeseung puso una de sus piernas entre las piernas de Sunoo y rozaba la erección del omega debajo de unas simples y delicadas bragas que él simplemente podría romper y hacerle el amor al omega.

Sunoo jadeó con sorpresa y sintió el paraíso entre sus piernas.

El alfa seguía frotándose contra el omega y Sunoo gemía al sentir las caricias del alfa.

Heeseung puso dos manos en los muslos del omega y lo cargó sin romper el beso y sorprendiendo al omega que gimió al sentir las fuertes manos del alfa en sus muslos delicados.

Se sentaron en el sofá, con el omega arriba del regazo del alfa y Heeseung besando su cuello.

Sunoo jadeo y gimió su nombre.

— H-hee...

— Sun... dime que necesitas, omega.

Sunoo sintió sus mejillas sonrojarse.

— A ti... quiero todo contigo, quiero hacer todo contigo, te quiero a ti...

Heeseung se separó un momento y vio los ojos de Sunoo.

Vio directo a esos hermosos ojos azules, sus pestañas largas, sus labios hinchados por los besos y su cabello despeinado.

Lo delicado que se veía y lo hermoso que se veía.

Era como si estuviese viendo una mariposa.

— Yo quiero todo contigo.

Sunoo sintió su corazón estallar de alegría y besó los labios de Heeseung.

Después de eso el alfa sintió la necesidad de cuidar más al omega.

Tomó sus caderas y las acarició.

Sunoo acosto su cabeza en el pecho del alfa.

Los dos se acostaron y disfrutaron del sonido de la lluvia у la música débil del vecino del alfa.

— Déjame llevarte a una cita.

— Claro que sí, alfa. — Sunoo dejó un beso en el pecho de Heeseung. — Me encantaría.

cute vet | heesunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora