𝐝𝐢𝐞𝐳

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Heeseung estaba en la puerta del aeropuerto.

Estaba esperando a Sunoo.

Tenía un pequeño cartel con la palabra "Sun", además le había traído unas flores amarillas a Sunoo.

El alfa estaba emocionado y tenía una pequeña sonrisa en sus labios.

Se había puesto una linda camisa y se puso colonia para ver al omega.

Inconscientemente su alfa lo había hecho verse lo más guapo que el alfa pudiese.

El alfa se emocionó al ver al lindo omega con su grande maleta, su cabello estaba un poco más largo y su piel se veía un poco más bronceada. Se veía hermoso...

Suspiró nervioso.

Las personas pasaban a su alrededor apresuradas pero lo único que podía ver era a Sunoo, a su Sunoo.

El omega encontró los ojos de Heeseung y le sonrió sin siquiera ver su cartel o sus flores.

Sunoo sonrió grande y se volteó un segundo, se volteó y llamó la atención de un alfa rubio junto a él.

Sunoo tomó la mano del alfa y el alfa le sonrió dulce al omega viéndolo a los ojos.

Heeseung sintió un espacio vacío en su corazón y sintió como su mandíbula se apretaba.

Sin pensarlo Heeseung se volteó, tal vez quería huir de la situación, pero él quería desaparecer.

Por su aturdimiento chocó con un hombre con muchas maletas y los dos cayeron al suelo.

—¡Auch! — el hombre canoso y con una camisa hawaiana se quejaba en el suelo.

Las maletas a su alrededor los aplastaron y las flores estaban a su alrededor.

La familia del hombre se acercaron rápido al alfa y se escuchó la voz de Sunoo asustada.

— ¡Heeseung! — el omega corrió a su lado y se agachó junto a él.

Heeseung sentía su piel pálida y veía al hombre que tiró.

— ¡Lo siento! ¡Lo siento! — Heeseung se levantó y ayudó al hombre que se veía aturdido.

El alfa se veía estresado.

— Dios mío. — el alfa se veía preocupado por el hombre. — No te preocupes... ¡Ya suéltame!

Heeseung soltó al alfa y asintió.

Uno de los niños pequeños recogió las flores y se las acercó a Heeseung.

Las flores estaban rotas y aplastadas.

— Sus flores, señor. — el niño le acercó a las flores a Heeseung.

Sunoo vio con ternura las flores, pero Heeseung estaba apenado.

¡Le había llevado flores a Sunoo y Sunoo había llevado un alfa!

— No son mis flores, son tuyas. — le dio las flores de golpe al niño que lo vio extraño.

Heeseung se alejó de la familia y se acercó a Sunoo.

Al ver a Sunoo sintió como su corazón bombeaba fuerte y sentía nervios, sus ojos veían con atención al lindo omega frente a él.

Sus lindos ojos ámbar, su cabello suave y la delicadeza de su rostro.

— ¿Qué tal estuvo tu viaje? — el alfa tartamudeó.

Sunoo sonrió feliz.

— ¡Excelente! — tomó la mano del alfa que estaba atrás de ellos, se veía un poco perdido. — Tengo alguien que presentarte.

cute vet | heesunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora