CAPÍTULO 11. El Refugio de un Alma Rota

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Región de Yunmeng. Muelle de Loto.

La familia Jiang miraba atónica a los dos demonios de primera clase que estaban frente a los gemelos Wei, la tigresa con su espada y el lobo con una lanza, los dos con miradas fieras y listos para asesinar si era necesario.

Yanli no prestaba atención a ellos, sólo quería acercarse a su A-Xian para ver si estaba bien, podía ver la angustia y las lágrimas en su cara, pero en este momento no permitiría que nadie se acercara a A-Ying. Esos pensamientos fueron transmitidos a sus guardianes los cuales comenzaron a desprender energía en respuesta a sus deseos.

Mo Xuanyu: ¿Cómo se atrevieron? - Susurró conteniendo las lágrimas al tiempo que sostenía a su gemelo en sus brazos - ¡¿Cómo hozaron a hacer esto?!

Jiang Yanli: Mo Gongxi...

Mo Xuanyu: ¡¿Acaso no entienden lo que pudieron provocar?!

Yu Ziyuan: ¿Provocar? - Preguntó fríamente, como si no estuviera pasando nada malo - Lo único que veo es a mi hijo inconsciente y la culpa debe de ser de alguno de estos demonios - Dijo señalando los guardianes.

Ming Hu: Son unos imbéciles... traicionaron la confianza que el maestro Wei Changze puso en ustedes - Extiende el brazo con su espada apuntándoles - Por el contrato que tenemos con la familia Wei debería cortar la cabeza de todos...

Hei Lang: Si nos contenemos es porque nuestro maestro Mo no quiere otra masacre relacionada a su familia - Continuó sereno pero con evidente enfado - Agradezca que no maté a esa alimaña que tiene por hijo.

Yu Ziyuan: ¡No te atrevas a llamarlo de esa manera bestia!

No iban a llegar a nada, si seguían enfrentándose de esa manera. Sintió a su hermano removerse y al bajar la mirada pudo ver lágrimas bajar por su mejillas, también las marcas que el ataque le había dejado en su cuerpo semidesnudo. Su garganta se cerró cuando vio la peor de todas, su cuello sangró bastante por esa herida y ahora lucía hinchada y rojiza.

No sabía qué hacer en este momento pero de algo estaba seguro, su hermano se iría con él, no le permitiría quedarse ni un día más en este lugar. Wei Ying había crecido lleno de amor por parte de algunos miembros de la familia Jiang, pero ahora la otra parte de esa misma familia eran una amenaza.

Desvió la vista de su hermano cuando escuchó a Hei Lang gruñir, enfocó su mirada hacia donde el lobo estaba viendo y se dio cuenta de que Jiang Cheng estaba recobrando el conocimiento, por lo que era hora de irse. ¿Pero a dónde?

No quería llevarlo a Lanling, no con Guangshan y Guangyao, tener a ese par cerca de su hermano le hacía sentir enfermo, la sola idea de que se enteraran que Wei Ying era una Nüwa le hacía doler la cabeza.

Entonces lo vio, en el suelo estaba el cuaderno de dibujos de su hermano, este estaba abierto en el piso y pudo ver el boceto de Hanguang Jun, en ese momento supo lo que tenía que hacer. Recostó a su inconsciente hermano en la cama y buscó una nueva túnica para sustituir la que estaba hecha pedazos.

Mo Xuanyu: Salgan - Dijo con las nuevas ropas en sus manos - Ahora...

Yu Ziyuan: ¿Cómo te atreves a ordenar en mi casa?

Mo Xuanyu: Usted ha perdido todo derecho sobre A-Ying... desde ahora yo decido sobre todo lo que concierne a mi hermano - La mira sin miedo a los ojos - No tiene idea de lo que pudo provocar... lo que una Nüwa acorralada puede llegar a ser capaz de hacer...

Jiang Yanli: ¿De qué habla? - Da unos pasos hacia adelante pero se detiene cuando Hei Lang pone su lanza como barrera para impedirle pasar - Hei Lang...

LA JOYA DEL JADEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora