CAPÍTULO 13. La Razón de un Juramento

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Región de Gusu. Receso de las Nubes.

El día comenzó como siempre, apenas el sol se asomaba por el horizonte las actividades en Receso de las Nubes comenzaban para todos, el clima estaba comenzando a ser cada vez más frío lo que indicaba que el invierno se acercaba. Hacía bastante frío y se podía ver el vapor de su aliento al respirar.

Pronto comenzarían las primeras nieves, las cuales cubrirían las montañas con un hermoso manto blanco. Pero al crecer ahí estaba acostumbrado al clima y no le impedía realizar sus deberes como un Lan.

Una de sus principales obligaciones era una vez por semana era revisar los árboles sagrados. Su hogar estaba protegido por cientos de sellos antiguos los cuales estaban ocultos dentro de árboles muy antiguos, estos sellos estaban ahí detectar a cualquier intruso, fuese humano o no, estas protecciones alertarían a los cultivadores de cualquier visita no deseada.

Lan Sizhui era sólo uno de muchos que tenían esta tarea ya que la montaña era enorme y la cantidad de sellos era demasiado para una sola persona. Desde pequeño fue enseñado por su padre y sus tíos sobre su cuidado, era el mejor de los aprendices por lo que tenía la responsabilidad de revisar los que estaban al pie de la montaña, en caso de una intrusión serían los primeros en activarse y por eso era de suma importancia que estuvieran en perfectas condiciones.

Entre más pronto se detectara la presencia de un intruso más rápido podrían actuar sin que estos se acercaran a las residencias de los miembros del Clan. Ancianos, mujeres y niños vivían en la parte baja de la montaña donde el clima era un poco más benevolente en invierno por lo que la protección era lo más importante.

Se acercó a uno de estos árboles y colocó la palma de su mano en el tronco, cerró sus ojos y comenzó a utilizar su energía para revisarlo. Al terminar de revisar el sello sonrió y abriendo los ojos miró hacia la copa que se movía levemente con la brisa.

Lan Sizhui: Todo parece estar bien - Le dio una palmadita al árbol - Nos vemos en una semana.

Ese era el último que debía revisar, así que se giró para regresar cuando de pronto un gran lobo blanco atravesaba por medio de los arbustos al pequeño claro donde se encontraba. El majestuoso animal se detuvo justo frente a él y se quedó viéndolo fijamente, eso lo puso algo nervioso al principio pero el lobo no parecía querer atacarle.

Lan Sizhui: ¿Eres el lobo que venía con los Wei verdad? - Meditó un poco lo que acababa de decir y se rió - ¿Por qué le hablo?... ni que pudiera responderme.

Le vio girar levemente la cabeza y en sus ojos vio un brillo fuera de lo normal, casi como este animal pudiera entenderle lo que era un pensamiento absurdo. ¿O no lo era?

Yendo en contra de toda lógica cerró los ojos para tratar de sentir la energía que le rodeaba, si este ser era algo más que una mascota sentiría algo distinto. Le tomó algo de tiempo y apenas pudo llegar a sus sentidos una leve energía, no podía identificar el tipo pero era antigua. ¿Era una entidad de energía oscura?

Lan Sizhui: "Mis tíos no hubieran permitido la entrada a seres malignos." - Pensó - "Pero... ¿Qué clase de criatura es?"

Había sentido algo de miedo al verle llegar de pronto pero ahora era más curiosidad que otra cosa. Pero este no era el momento de saciar su sed de información, tenía clases pronto por lo que despejaría sus dudas más adelante con sus tíos.

Era hora de regresar a las residencias por lo que abrió los ojos y miró al lobo a los ojos con una sonrisa tranquila y amigable.

Lan Sizhui: ¿Buscas a tu amo? - Señaló el sendero a su derecha - Sígueme.

LA JOYA DEL JADEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora