Región de Qishan. Ciudad sin Noche.
Lan Zhan: Wei Ying.
Los ojos rojos y su expresión eran tan extrañas que parecía una criatura totalmente distinta, nada parecía quedar de aquel alegre chico que había conocido en la competencia o la inocente y dulce Nüwa que conoció en Gusu. Frente a él estaba algo totalmente diferente y aterrador.
La cola se veía más larga y de un color más oscuro, tenía algunas heridas y manchas de tierra y sangre por lo que dedujo la había usado para eliminar a todo aquel que tuvo a su alcance. La ropa de su torso estaba hecha tirones y era casi inexistente, se podían ver las heridas en sus brazos y pecho pero parecía que estas no le causaban dolor.
La criatura estaba parada ahí con la mirada perdida y la respiración algo agitada, su cuello y brazos hacían de tanto en tanto movimientos parecidos a espasmos, como si la energía en su cuerpo fuera demasiado para contenerla y tratara de volver a poner a su cuerpo en movimiento.
Hei Lang: Esto no es bueno - Susurró parándose a su lado derecho - Ha perdido el control.
Lan Zhan: ¿Por qué se ha detenido?
Hei Lang: Se detuvo al escuchar su voz Hanguang Jun.
Lan Zhan: ¿Wei Ying pudo escucharme?
Hei Lang: Puede ser.
Ming Hu: Es nuestra única esperanza - Mira hacia un punto tras ellos - Tengo una idea.
Iba a preguntar lo que estaba pensando la tigresa cuando detectó movimiento a su izquierda, pudo ver algunos soldados Wen tratando de escapar los cuales parecían bastante lastimados. Eso hizo que Wei Ying quitara la vista de él para observarlos también, un extraño gruñido salió de su garganta antes de llevar la Dizi a sus labios para reanudar la melodía que invocaba a los muertos los cuales se levantaron del sueño rodeados de un aura oscura.
Los pobres soldados no tuvieron la mínima oportunidad de escapar ante estas criaturas y rápidamente fueron diezmados, pero no se detuvieron ahí sino que continuaron avanzando hacia donde estaba su hermano junto con los demás aliados.
Ming Hu: Necesito hablar con A-Yu... entreténganlo - Sin decir más se marchó.
Hei Lang: Eso es más fácil decirlo que hacerlo.
Eso era verdad, pero si querían recuperar a Wei Ying tenían que evitar que siguiera matando a todo lo que se moviera a su alrededor. Tomando a Bichen dejó salir su energía antes de acercarse a la enloquecida Nüwa la cual había reiniciado seguía tocando sin prestarles atención, como si se hubiera olvidado de su presencia.
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El sonido de la flauta era aterrador, no tenía idea de dónde venía pero la melodía era sinuosa y comenzó poco tiempo después de ser sacada de la habitación dónde estaba Wei Wuxian, no había pasado mucho tiempo así que temía lo peor.
Habían ignorado sus advertencias y ahora se estaban enfrentando a un peligro mucho más grande de lo que su Clan podía manejar.
Los gritos de las personas a lo lejos y al otro lado de las pesadas puertas de la celda donde había sido encerrada sólo le hacían sospechar que las cosas se habían salido de control y afuera se había desatado el infierno. Sintió el corazón en la garganta cuando ruidos rasguños y golpes intentaron hicieron vibrar la puerta de su celda.
Wen Qing: Esto no es bueno.
El ruido pareció calmarse un poco después de un rato y se quedó ahí por lo que le parecieron horas hasta que la lucha pareció renovarse del otro lado. Sólo que esta vez todo terminó rápido y las puertas se abrieron de golpe revelando a soldados de otro clan los cuales venían con su líder.
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LA JOYA DEL JADE
FantasyLo único que necesito es que me ames como yo te amo Pero no puedes ordenarle a tu corazón Y si no estás dispuesto a abrir el tuyo y dejarme entrar No hay nada que puedas hacer para salvarme Lan Wanji del Clan Gusu Lan es invitado a una competencia a...