lo único en lo que podía pensar jaemin era en la sensual boca de donghyuck sobre la suya mientras sus manos le iban desnudando poco a poco. su mente se encontraba inundada por él, por sus orbes miel mirándolo con deseo, por sus labios rellenos entrelazándose con los suyos propios, por su ardiente cuerpo adhiriéndose a él.
―eres tan precioso ―susurró el mayor alejándose para terminar de quitarle la última prenda. su mirada se centró en su erección. ―tan precioso.
lo cierto era que su miembro había comenzado a despertar en la sesión de fotos, sí, pero no por el motivo que creía el rizado. ver a jeno tan despreocupado, implicado, divirtiéndose, mostrándose cómplice con él, etc le había gustado. más bien le había encantado. en ese sentido en concreto.
no obstante, esos pensamientos se esfumaron cuando sintió un beso húmedo en su muslo. ¿cuándo se había sentado en el sofá? ¿en qué momento se había colocado donghyuck arrodillado entre sus piernas? no lo sabía, pero tampoco le importaba. lo único importante era que el joven estaba con su rostro hundido en su centro, dejando cientos de besos en la cara interna de sus muslos.
―ah... ―gimió tras sentir cómo succionaba con fuerza hasta dejar una bonita marca en su nívea piel.
el mayor gruñó ante el sonido. si había algo que le encantaba en este mundo eran los gemidos de jaemin. sus muecas de placer. la manera en la que se retorcía bajo su toque. cómo se aferraba a sus rizos y lo empujaba hacia su centro, pidiendo por más.
y se lo dio. tras llenar la piel a su paso de mordidas de amor, como le llamaba el menor, se centró en el goteante y rojizo miembro que se alzaba ante él. lo bañó en húmedos y sensuales besos, sin llegar a metérselo en la boca, simplemente acariciándolo con sus labios como había hecho con sus piernas.
recorrió de esta manera toda su longitud, llegando hasta los testículos y tratándolos de la misma manera, con el mismo cariño y deseo. para cuando llegó al glande, jaemin ya jadeaba con fuerza y suplicaba por lo bajo que no jugara con él, que le necesitaba de una vez. donghyuck no escuchó, dispuesto a deleitarse con el sabor de su pre semen sobre su lengua y sus cientos de soniditos placenteros.
―hyuck, por favor ―dijo por enésima vez, intentando empujar con sus caderas hacia arriba para conseguir más contacto.
―¿qué quieres, ojazos? ―inquirió el aludido, separándose una milésima de segundo antes de añadir la lengua a la ecuación, dándole una especie de beso francés a la punta del pene del ojicastaño.
―que me folles ―soltó sin ningún tapujo, demostrando ese mismo deseo en su anhelante mirada.
el mayor pareció meditarlo un poco más, torturando al pobre chico que estaba desesperado por sentirle de una vez. al fin, pareció compadecerse de él y se levantó, retirando sus propios pantalones.
―¿te parece bien si pongo la cámara en el trípode y que vaya haciendo fotos? digo, para tener un recuerdo ―propuso con una sonrisa dibujada en sus sensuales e hipnóticos labios.
―me encantaría, ricitos ―respondió el menor con el mismo tono, peinándose inconscientemente las hebras de cabello que caían sobre su rostro.
―¿puedes ponerte de diferentes maneras para que pueda cuadrar el enfoque? ―pidió, retomando esa pose profesional que tanto encendía a su amante.
―¿así? ―inquirió, colocándose de rodillas sobre el sofá, de espaldas a la cámara y sentado sobre sus talones, piernas abiertas y ligeramente arqueado. escuchó el sonido de la imagen siendo tomada. ―¿o es mejor así?
se incorporó, inclinándose sobre el respaldo y apoyando todo su pecho en él. de esta manera sus nalgas resultaban todavía más voluminosas y el hecho de tener sus piernas abiertas hizo que su entrada quedara a plena vista.
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they love me
Fanfiction―así que fantaseabas conmigo, ¿hum? ―tarareó el ojimiel trazando círculos sobre su espalda desnuda. ―¿y quién no? ustedes tres llevan protagonizando mis sueños húmedos desde que empecé a trabajar aquí. ―¿los tres? ¿no te basta con uno solo, jae? ―qu...