Capítulo 22

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El ambiente de la fiesta se había alegrado aún más que antes, poco a poco, empecé a sentir mi cuerpo más suelto y lleno de energía, a pesar de que los flashes de luces de colores que se movían de un lado a otro, me hayan mareado un poco, me uní al grupo de futbolistas que continuaban bailando.

Nunca esperé ver a jugadores como Luka Modrić, Ao Tanaka, Frenkie De Jong y el Dibu Martínez bailando a más no poder, aquello me sorprendió mucho, pero a la misma vez me emocionaba más; ver a tanta gente divirtiéndose, me contagiaba aquella emoción y hacía que olvidase por un momento el caos que está desatándose en mi interior.

No sé en qué momento Bono se alejó de mí, pero, a la distancia pude observarlo hablar con Dominik Livaković, el arquero de Croacia, de manera centrada y, desde ese momento, noté que tomó un poco más de distancia conmigo. Pero me daba igual.

Una vez en el grupo de quienes bailaban, Ao Tanaka se acercó a mí, mientras me mostraba una botella de vodka de frambuesa.

—No tienes nada en el vaso, debes beber un poco, está buenísimo —dijo, moviéndose al compás de la canción que sonaba y sonriendo.

Vertió la bebida y después de unos segundos, chocó la botella con mi vaso, para que ambos podamos beber un poco.

Un par de personas más se acercaron y el japonés les rellenó sus vasos vacíos, para luego continuar bailando y bebiendo. No sabía quién le había dado esa botella, pero, la estaba bebiendo prácticamente solo y era vodka puro. Dentro de poco aquello le surtirá efecto.

Sentí que alguien tocó mi espalda de forma lenta y me giré a mirar quien era.

—Oh, hyung, no te había visto en mucho rato —le dije a Heungmin, quien tenía una gran sonrisa en su rostro y la cara roja.

—Estaba por ahí —simplemente respondió, el olor a alcohol que desprendía era tremendo, pero eso no era lo único, me llamó mucho la atención haber percibido el olor de un perfume masculino que sabía muy bien que no era de él.

Inspeccioné a Heungmin más de cerca y me di cuenta que sus labios estaban ligeramente hinchados.

— ¿Con quién estabas, Sonny?

Él achicó sus ojos y se rio.

—Bailando —evadió mi pregunta por completo y me tomó por los hombros —. Bailemos esta, me gusta la canción.

Le hice caso y me empecé a mover siguiendo el ritmo de la canción que sonaba, esta vez el género era pop, así que era más fácil de bailar.

Sin embargo, mientras bailaba con mi amigo me empecé a sentir muy observado, tanto que me sentí incómodo. De manera disimulada pasé la mirada por los presentes, hasta que mis ojos chocaron con un argentino: Cristian Romero.

El latino estaba junto a Messi y Di María, sin despegar sus ojos de mí, desde la distancia noté que su ceño estaba ligeramente fruncido, al igual que sus labios.

Vaya, así que por eso Sonny desapareció.

Lo tomé por los hombros y lo acerqué un poco a mí, para que pudiese escuchar mi voz en el ruido.

—No me digas que estabas con Cuti, tu compañero del Tottenham —le dije y al instante en el rostro de Heungmin se implantó una expresión de sorpresa —. Hacía tiempo que sospechaba algo, pero no te había dicho nada.

Mi amigo se rio nervioso y lentamente se separó de mí, mirando hacia un lado, específicamente, hacia donde se encontraba el mencionado.

Simplemente me reí y seguí bailando con él.

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