Get out!

Capítulo 27

«¿Dónde estás?
En casa.
¿Estás cerca de casa?
Lo siento.
¿Por qué?
Solo...por todo».

Pov. Guesung

Casi dos semanas habían transcurrido desde que llegué a Corea del Sur. Y decir que me encontraba bien, era mentir. A pesar del creciente reconocimiento que he tenido en el país, las entrevistas y programas a los que fui invitado, seguía sintiéndome afligido, todo se había vuelto monótono, triste y sin significado. Nada tenía sentido.

Aún no podía acostumbrarme al silencio y la soledad de mi departamento, me sentía incómodo estando completamente solo y aquello lo único que hacía era empeorar lo obsesiva que podía llegar a ser mi cabeza con sus ideas o recriminaciones.

«¿Qué estará haciendo? ¿Cómo está? ¿En dónde está? ¿Estará bien?», son algunas de las preguntas que últimamente han rondado. El estar separados por millas de distancia y la nula comunicación que hemos tenido desde lo que sucedió en el hotel de Catar, han empeorado mi ansiedad; ahora paso más tiempo en el gimnasio y entrenando para mantener mi mente distraída, pero es lo mismo que nada, porque durante las noches, ante mi notable soledad, lo sucedido vuelve a repetirse en mi mente como si de una película se tratase.

Obviamente trato de mantener una buena cara y apariencia ante los otros, pero eso es solo una fachada que se encarga de cubrir el cómo me siento realmente, además, no tengo porqué exponer mis sentimientos ante tanta gente.

Después de irme, tuve la esperanza de que Cristiano buscase una manera de comunicarse conmigo, pero eso no había sucedido. A lo mejor y me había ilusionado un poco por la manera en la que me pidió disculpas, que creí que haría algún movimiento, pero ya a estas instancias no podía esperar nada.

Creo que no se puede hacer nada más.

Tras lavarme los dientes, me lancé sobre mi cómoda cama mientras observaba mi celular. Los seguidores en mis redes sociales habían aumentado considerablemente desde que terminó el mundial, actualmente tenía millones, cosa que nunca esperé que sucediera; por lo tanto, hay un montón de menciones y comentarios sobre mí que, de vez en cuando leo por ocio, ya que en las noches no tengo nada más que hacer.

Estuve varios minutos leyendo comentarios o notas informativas de páginas de fútbol, hasta que abrí mi bandeja de mensajes en Instagram. A pesar de que existían un montón de mensajes de cuentas que parecían ser fans o hinchas de la selección coreana, uno en específico llamo mi atención. Así que decidí leerlo.

- - -

@cristiano

Sé que esto puede ser una molestia para ti, porque me dejaste en claro que te hacía sentir mal y que no querías nada. Lo sé muy bien. Pero simplemente no puedo dejar de pensar en ti, es sofocante. Siento que me atormenta todos los días, desde que regresé de Catar.

Lo más probable es que en este momento aún sigas enojado conmigo por lo que pasó y que a lo mejor tu vida haya cambiado mucho después del Mundial, pero, en serio, no dejo de pensar en ti. Siento que te extraño, a ti, tu voz, el cómo te enojabas con facilidad cuando te decía algo, tu poca paciencia, tus insultos, tu manera de hablar en inglés tan linda y el cómo te tomaste la molestia de irme a ver jugar en tu tiempo de descanso. Extraño todo eso.

Puedo parecer un intenso de primera porque literalmente estuvimos juntos como dos semanas y unos días más, pero, en todo ese tiempo creo que tuve lo que siempre quise tener con alguien, una unión con confianza, alguien que no me veía solo por ser quién soy (porque me recalcaste mil veces que no te interesaba que yo fuera Cristiano Ronaldo), una persona sin filtros que siempre decía las cosas de manera directa y con la verdad, resumiéndolo, alguien increíble.

Te pediría disculpas las veces que tú consideres necesarias, pero creo saber que aquello no va a revolver nada en ti porque tomaste una decisión y esto está bien, me encanta que te preocupes y cuides de ti. Así que no seguiré insistiéndote más, porque será cansado para ambos. Tú tienes una vida y una carrera que está brillando y yo debo preocuparme en qué hacer después de lo sucedido en el Mundial.

Simplemente quería hablar contigo una última vez, pues no he sabido nada de ti, absolutamente nada. Pero espero que te esté yendo bien.

No volveré a molestarte más, ni a insistir nada. Lo que pasó fue mi culpa y soy muy consciente de eso, ¿Bien?

Saudade de você...

Adiós, Guesung.

- - -

No sé cuántas veces leí los mensajes, pero fueron tantas que logré memorizarme algunas de las palabras. Mi corazón latía con rapidez, mis manos temblaban y las ganas de llorar que había reprimido durante tanto tiempo salieron a flote, haciéndome soltar una discreta lágrima.

No quería hacerlo, no quería seguir llorando, no quería sufrir más por esto. Era horrible. Pero a final del día, siempre me tragaba mis verdaderos sentimientos para no demostrar debilidad, era mejor así, para mí, de esa manera no tendría que dar explicaciones a nadie y tampoco metería en problemas a Cristiano; pero de me hacía difícil, tan jodidamente difícil porque muy en el fondo, lo que sentía por él se había tornado en algo profundo.

Me cuesta entender el porqué.

No fue tanto tiempo como para lograr desarrollar este tipo de sentimientos, ¿Fue él? ¿Lo que me hizo sentir con sus palabras? ¿El cómo me trataba? ¿El tiempo que pasamos juntos? ¿Las circunstancias?

No lo sé.

Quizás nunca lo sepa.

El amor es tan complejo, se desarrolla en el momento menos esperado y con la persona más inesperada, con alguien que, o va en contra de nuestros estándares o creencias o, a quién conocemos en situaciones específicas.

Para ser honesto, ni yo mismo puedo explicarlo, a pesar de sentirlo, pero esto es doloroso, cansino y estresante. Es como una lucha mental, como elegir entre lo que está bien y mal, entre lo que queremos pero no podemos y lo que debemos pero no queremos. Como una paradoja.

Esto me deja como un sentimental de primera, pero este es quien en verdad soy, muy en el fondo. Soy alguien que siente las cosas de manera intensa y seria.

Espero algún día dejar de sentirme tan mal por querer a alguien y poder superar todo esto a su totalidad.

Este sentimiento debe acabar tan rápido como empezó.

Es lo mejor.

—Fin—

¿O no?

Feliz navidad.