Al siguiente día, me desperté un poco dolorido.
Mis músculos, al igual que extremidades dolían un poco, casi como si hubiese hecho una sesión de entrenamiento fuerte, el día anterior.
Pero...eso no fue exactamente lo que sucedió.
Abrí mis ojos con lentitud, acostumbrándome a la claridad que entraba al lugar. La luz solar se filtraba por unas persianas que se encargaban de cubrir la gran ventana que poseía la habitación, haciéndome sentir extremadamente acalorado.
Nunca podré acostumbrarme a este clima.
Bajé un poco la sábana que cubría mi cuerpo para poder refrescarme, pues aún llevaba puesta la camiseta que me dio Cristiano con anterioridad. Me giré levemente hacia un lado, dándome cuenta que él se encontraba plácidamente dormido, su respiración era lenta y la vista de su rostro era linda; se lo veía tan tranquilo y pacífico que fue una buena imagen a presenciar.
Inconscientemente levanté mi mano dispuesto a tocarle el cabello, pero me quedé a medio camino, quizás aquello lo fuese a despertar. Así que volví a mi posición inicial, tragando saliva.
Cristiano lucía precioso en este momento, la piel de su cara lucía tersa y sus facciones, que muchas veces suelen estar arrugadas por su ceño fruncido, eran más vistosas. Siendo honesto, tiene una apariencia física muy atractiva, muy en el fondo siempre lo supe, solo que no me atrevía a decirlo en voz alta por orgullo.
No sé cuánto tiempo me mantuve observándolo, pero después de un rato, él se movió y lentamente abrió sus ojos, posándolos sobre mí.
Sonrió.
—No te fuiste.
Fruncí el ceño tras escuchar sus palabras, cualquiera hubiese esperado un «Buenos días» o algo de ese estilo, pero sabía que con él no podía esperar aquello, sino que tenía que prever cualquier otro tipo de interacción.
— ¿Por qué me iría? —pregunté confundido, no entendía el punto de sus palabras.
Cristiano restregó sus ojos y emitió un bostezo, antes de girarse y mirarme.
—No lo sé, pensé que lo verías como algo de una sola noche —finalmente explicó.
Para ser honesto, ni siquiera me he puesto a pensar en la seriedad de todo este asunto, he dejado que las cosas fluyan durante todo este tiempo. Pero, sé que en algún punto llegué a sentir algo, solo no sé qué es.
Me reí y le di un golpecito en la frente.
—Piensas que soy de lo peor, eh —le dije molestándolo.
Él abrió sus ojos por completo y me miró fijamente, con una expresión de seriedad.
—Nunca dije eso —aclaró.
—Pero lo insinúas, Cristiano —agregué —. Además, desperté hace poco.
Mi acompañante seguía con la mirada fija en mí, la expresión en su rostro ciertamente se suavizó y después de unos segundos, sonrió de lado.
—Y aún tienes puesta mi camiseta.
Bajé la mirada hacia la prenda, a pesar de ser consciente de llevarla puesta. Simplemente la vi porque significó algo ayer, fue lo que dio paso a todo lo que sucedió entre nosotros.
— ¿Verme con esto puesto es una clase de fetiche tuyo?
Tras mis palabras, él se quedó en blanco.
Estaba perplejo, mientras mordía su labio inferior con un poco de fuerza, escaneándome con la mirada.
— ¿Pero qué dices? —finalmente habló, su tono de voz era un poco tembloroso.
Me reí.
—No puedo creerlo, entonces, ¿Sí lo era? —continué riéndome, mientras tocaba su cabello con cierta delicadeza.
—Yo solo te dije que te pusieras la camiseta, lo que pasó después...
—Lo que pasó después no lo inicié yo —interrumpí su monólogo, mientras elevaba una ceja —. Y lo sabes muy bien.
El rostro de mi acompañante repentinamente se puso rojo.
¿De verdad estaba viviendo este momento? Era increíble pensar que un tipo como él, se sentía avergonzado por algo como esto. ¿Dónde quedó esa actitud demandante y egocéntrica que siempre tenía? ¿Dónde están las suposiciones de que yo soy su fan y quería un autógrafo? Ahora se lo ve tan inofensivo y bueno.
— ¿Por qué tenemos que hablar de eso, Guesung? —finalmente añadió, con seguridad en su voz —. Ambos sabemos lo que pasó entre nosotros, somos conscientes de que no es la primera vez y que tampoco inició como algo simple.
Parpadeé lentamente, después de escucharlo. Analicé sus palabras durante unos cuantos segundos que dejaron en completo silencio el ambiente, haciéndolo un poco denso. Repentinamente el asunto se tornó muy serio.
— ¿Tú sientes algo por mí? —me atreví a preguntar.
Los ojos de Cristiano se abrieron más que costumbre, quizás la pregunta lo tomó desprevenido, pero, dada su seriedad al hablar, era algo que tenía que esperarse, más aún con alguien directo como yo.
Él tragó grueso y se removió un poco sobre la superficie de la cama.
—Guesung.
Mi nombre fue pronunciado con determinación.
— ¿Qué?
— ¿Por qué preguntas algo que es tan obvio? —puntualizó.
Ahora el sorprendido era yo.
Creía que era un capricho o un deseo que quería calmar solo porque sí, es decir, por mi parte no está mal que hayamos formado este tipo de relación, pero no esperé que fuera porque se había implicado algo emocional, ¿En qué momento? ¿Algo así puede suceder tan rápido? ¿O él simplemente está confundido?
Las manos de Cristiano se movieron y él empezó a tocar mi rostro con suavidad, sobó mis mejillas y párpados, para luego subirlas a mi cabello y dejarlas ahí. En un movimiento rápido, él se acercó a mi coronilla y plantó un beso en la zona, sin más.
Tragué grueso.
¿Por qué esa repentina acción me había puesto tan nervioso?
Mi corazón empezó a acelerar la velocidad de sus bombeos y una corriente eléctrica recorrió por todo mi cuerpo.
Esta sensación...
Muy pocas veces la había experimentado.
—Me gustas, pero eso ya lo sabes.
Y luego me plantó un beso.
N/A:
Holap, ¿Qué tal?
Quise escribir algo soft porque lo de ayer fui un poquito candente, ¿no? Jaja
Este capítulo se lo quiero dedicar a mi mejor amiga Chuu y a Nyny, por apoyarme en el desarrollo de este fic sacado de la nada :p
Gracias por leer. Comenten con confianza, que eso me hace feliz :)
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Get out!
Fanfiction«¿𝑄𝑢𝑒́ 𝑒𝑠 𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑒 ℎ𝑎𝑦 𝑑𝑒𝑠𝑝𝑢𝑒́𝑠 𝑑𝑒 𝑢𝑛 '𝑚𝑒 𝑔𝑢𝑠𝑡𝑎𝑠'?» La discusión de Cristiano Ronaldo y Cho Guesung a la mitad del partido de fase de grupos entre Corea del Sur y Portugal, genera impacto en el mundo del fútbol, pues muy...