Aunque ansiaba estar en el avión de regreso a Corea del Sur, no experimenté la emoción o sensación que esperé que sentiría.
Seguía sintiéndome muy afligido.
Nada lograba cambiar eso en mí, ni la música que había puesto en mis auriculares, el saber que volvería a casa o el poder sentir que finalmente descanso. Nada me hacía sentir mejor. Todo era triste y monótono.
Sabía que no volvería a llorar como lo hice cuando me despedí de Cristiano, pero, a pesar de eso las ganas de hacerlo continuaban. Es horrible sentir todo esto, la sensación de querer hacer algo y no poder porque eso implicaría mucho daño, dolor o ir en contra de tus propios límites, es lo peor que puede pasarle a alguien; no había estado en una situación como esta , nunca antes. Pero ahora, sé que es lo más jodidamente frustrante y doloroso por lo que una persona puede pasar.
Suspiré con pesadez.
Ojalá pudiese apagar mis pensamientos y sentimientos durante un rato, por lo menos para descansar. Ni siquiera sé cuántas horas he dormido, pero debía recuperar mis horas de sueño en este largo viaje.
Cerré mis ojos y acomodé mi cabeza en el cojín que tenía, intentado dormir, pero al hacer aquello, lo único que se venía a mi mente era el rostro de Cristiano, su sonrisa, las expresiones que solía tener en diferentes momentos, cuando jugaba fútbol e incluso esos últimos minutos en los que lo vi. No podía quitármelo de encima con facilidad.
Un toque en mi brazo me hizo abrir los ojos, quitarme los auriculares e incorporarme en la realidad.
—Te traje un poco de té para que te calmes —la voz de Heungmin se escuchó más baja de lo acostumbrado.
Él abrió la mesa desplegable que tenía mi asiento y dejó dos tazas humeantes sobre este.
— ¿Sucedió algo antes de salir del hotel? —su pregunta fue directa —. Te comportaste extraño durante todo el trayecto hasta el aeropuerto e incluso ahora estás raro, ¿Todo bien?
Negué levemente.
—Nos vimos.
Sonny levantó una ceja con confusión e hizo un ademán incitándome a hablar.
—Hablamos, él lucía arrepentido y parecía querer llorar, pero nuevamente le repetí que no me sentía bien —conté y bebí un poco del té que había traído —. Fue una despedida y nos abrazamos durante un rato, antes de bajar. Me siento tan...
Me quedé en silencio, desviando la mirada hacia el suelo.
— ¿Triste? —completó mi mejor amigo.
Asentí.
—Es algo normal, Guesung —agregó —. No debes ignorar tus sentimientos, después es peor. Te vas a llenar de muchas cosas y luego vas a explotar, sé que es parte de tu personalidad ser fuerte, y está bien, pero debes expresar lo que sientes.
—Esto es tan frustrante —hablé —. Estamos hablando de alguien que me mintió e hizo cosas conmigo para lastimar a otro, sin que yo lo sepa. Esto no está bien, ni siquiera sé porqué me duele tanto si él no es la mejor persona del mundo.
—Es obvio que sientes algo por él y por esto te sientes de esta forma —afirmó, señalándome con su dedo índice —. Debes aceptarlo.
Negué efusivamente.
—Sea lo que sea, es alguien que de cierta manera me lastimó, hyung —contesté —. No debería darle ese poder sobre mí.
—No importa si es el hombre correcto para ti o no, de todas formas hay sentimientos de por medio —repentinamente su tono de hizo serio —. Y aunque te cueste aceptarlo, así son las cosas. No puedes cambiar lo que sientes de la noche a la mañana, mucho menos cambiar quién te gusta con facilidad.
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Get out!
Fanfiction«¿𝑄𝑢𝑒́ 𝑒𝑠 𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑒 ℎ𝑎𝑦 𝑑𝑒𝑠𝑝𝑢𝑒́𝑠 𝑑𝑒 𝑢𝑛 '𝑚𝑒 𝑔𝑢𝑠𝑡𝑎𝑠'?» La discusión de Cristiano Ronaldo y Cho Guesung a la mitad del partido de fase de grupos entre Corea del Sur y Portugal, genera impacto en el mundo del fútbol, pues muy...