One piece Omegaverse

Lección 3

La tripulación de los Mugiwara estaba terriblemente preocupada, Nami había cogido una extraña enfermedad por culpa del clima del Grand Line de la que no tenían ni idea, necesitaban un médico con urgencia y con suerte llegaron a la isla invernal Drum donde pudieron atender y cuidar de Nami. Muchos otros problemas ocurrieron en esa isla pero que gracias a lo ocurrido, pudieron conocer al peculiar Tony Tony Chopper, un reno con nariz azul que comió la fruta Hito Hito, su manada repudió de él al ser diferente a ellos y fue Hiriluk quien le acogió y le enseñó medicina, al fallecer, fue la doctora Kureha quien le adoptó.

Por suerte, Nami ya estaba bien, el veneno había desaparecido y ahora estaba recuperándose en cama. Luffy también debería estar haciéndolo, pero se dedicaba a perseguir a Chopper para convencerle de que fuese su nuevo nakama por todo el castillo. Mientras, había dos miembros de la tripulación que estaban fuera en la nieve.

La pelea había sido dura para todos y debían de recuperarse tras vencer a Wapol y sus secuaces, pasarían todavía unos cuantos días más en aquella isla hasta que todos estuvieran en condiciones de navegar. Al igual que el capitán, Zoro y Sanji eran incapaces de quedarse quietos en cama por lo que a hurtadillas salieron del castillo para estirar las piernas y divertirse un poco. Ambos iban bien abrigados pues estaba nevando suavemente, el rubio se cubría la cabeza con la capucha del abrigo y las manos con unas gruesas manoplas con las que estaba haciendo en ese momento una enorme bola de nieve.

- Oye mira – sonrió mientras mantenía en su boca un cigarrillo que tenía apagado, con esos guantes era imposible sostenerlo entre los dedos – mira, eres tú.

- ¿Qué dices? – se inclinó hacia delante para ver la sencilla esfera rosada- ¿en que se parece esto a mí?

- Pues que es un marimo helado – se rio de buen grado por su propio chiste antes de que este empezase a perseguirlo para darle una buena tunda- pero si sois iguales ¿Cómo no puedes verlo?

- Maldito ceja encrespada, te vas a enterar.... -se detuvo de repente para acuclillarse sobre la nieve rosa y coger un montón entre sus fuertes brazos – ¡santoryu helado! – gritó tras lanzar decenas de bolas de nieve en dirección al cocinero.

- Esto no es nada para el gran chef de primera clase Sanji -esquivó con facilidad el ataque de Zoro, pero lo que no se esperaba era un ataque en otro ataque; el espadachín se arrojó también y placó al cocinero tirándolo en la nieve- agh, que ataque más sucio...

- Es lo que tiene burlarse de un pirata, has de pagar las consecuencias -rio sentado sobre el estómago de este mientras preparaba una enorme bola de nieve en sus manos sobre la cabeza de su nakama.

- Oye, oye no te atreve... -no pudo ni terminar su amenaza, pues toda la nieve cayó en su cara – ¡argh está fría! – trató de limpiarse, pero con las enormes manoplas le resultaba bastante difícil – y encima me has estropeado el cigarrillo...

- Deja que te ayude – se ofreció sin dejar de reírse y comenzó a sacudir la escarcha que quedaba en el rostro del cocinero con cuidado – tienes la nariz roja.

- Pues claro que la tengo... me has tirado nieve y ahora tengo la cara fría... marimo idiota... -hizo un puchero que al alfa le pareció adorable, nunca lo había hecho para él. Aceptó la mano que le ofrecía para ponerse en pie y Zoro continuó limpiándole la cara – oye... ya no tengo nieve... ouch, mis costillas...

- Si la tienes – mintió para continuar acariciando sus pálidas mejillas, sus manos también estaban frías, pero al entrar en contacto con la piel de Sanji se caldeaban al instante - ¿te duele? Deberíamos volver a que te revisen el vendaje – sugirió mientras deslizaba su mano hasta llegar donde este se había quejado.