One piece Omegaverse

Capítulo 9 - La nueva tradición de los Mugiwara

Tras dejar la isla del cielo atrás, la tripulación Mugiwara continuó su viaje encontrándose en el camino una pequeña isla en la que había poco más que una pequeña ciudad con un lago al lado norte con un bosque que lo cubría y hermosas playas donde mirasen.

- Esta será un buen lugar donde poder reponer nuestras provisiones, ya que cierto capitán de estómago infinito se ha comido ya todo lo que nos quedaba. – comentó Nami con un suspiro.

- Es culpa de Sanji por no cerrar el frigorífico por las noches. – respondió este tirado en el suelo sin poder moverse de toda la comida que había engullido.

- ¡Rompes cada maldito candado que pongo al frigorífico, maldito chico de goma! – le pateó el cocinero harto de sus tentempiés nocturnos- Nami-chwan, cómprame un frigorífico con candado extra grande~♥

- Hemos conseguido un buen botín en Skypea, no veo porque no – le guiñó el ojo feliz de recordarlo y Sanji casi muere de amor en ese momento – vamos a la ciudad.

Las calles no estaban ni empedradas, había mucho movimiento entre los aldeanos que vestían bastante similar los unos de otros, las tiendas de ropas mostraban en sus escaparates prácticamente lo mismo que llevaban puesto los ciudadanos y los puestos de comida vendían productos frescos, era una isla bastante pacífica para ser del Gran Line.

Nami compró un periódico nada más llegar, mientras los chicos decidían cada uno que iba a hacer hasta que el Log Pose se desbloquease, tardaría solamente un día, harían noche allí mismo. Otras chicas acudieron rápido al puesto de venta buscando la página que les interesaba y dieron un gritito de alegría.

- ¡Kya, ha publicado otro capítulo, que emoción!

- Ah, tengo tantas ganas de saber cómo continúa la historia...♥

- ¿de qué habláis? – preguntó Nami interesada.

- ¿No la conoces? – respondió una de ellas aun entusiasmada- hay un autor anónimo que está escribiendo una historia sobre el romance de dos piratas ¡es maravillosa!

- ...¿eh? – se decepcionó la navegante al escuchar semejante tontería y se centró en leer otros artículos.

- Kya... son adorables... -continuó la otra en su ensoñación- fingen llevarse mal delante de la tripulación para que no sospechen nada y luego por las noches... KYAA KYAAA

Zoro se quedó congelado al escuchar de refilón a las ruidosas mujeres, con las que ahora por suerte Nami ignoraba, él ahora si les prestaba atención.

- Son tan testarudos los dos... pero eso les hace adorables jejeje ♥ es tan divertido de leer como el cocinero despierta siempre al espadachín con sus patadas de amor Kyaa~

El de pelo verde casi se parte el cuello a si mismo a la velocidad que giró su cabeza para mirar a Nico Robin que sonreía feliz.

- Robin... -la llamó con voz de ultratumba a punto de desenvainar, pero una de las manos invocadas de la morena le impidió hacerlo.

- Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia – resolvió ella con una sonrisa, pues en efecto, había sido ella la autora.

- Maldita... -gruñó el alfa, pero antes de poder decir nada recibió una patada desde arriba que le derribó al suelo.

- ¡Ni se te ocurra apuntar tu arma hacia ella, estúpida mierda verde! – no sabía que ocurría, de hecho, ni estaba cerca de ellos, pero el instinto protector de Sanji acudió raudo ante el aura asesina de Zoro.