Lección 4

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Las aventuras de los Mugiwara parecían no tener fin, allá donde iban siempre les ocurría grandes cosas que, algún día quedarían grabadas en la historia, pero había una de ellas que solo dos personas estaban involucradas.

Todo empezó con la absurda curiosidad del cazador de piratas Roronoa Zoro cuando descubrió al cocinero Sanji en la bodega atendiéndose a si mismo, y desde aquello, todas las noches practicaban las lecciones que este le enseñaba al espadachín, se tocaban y acariciaban hasta altas horas de la noche sin que nadie de la tripulación conociese de tal extraña relación, pues nadie sospecharía nada. Por el día seguían peleando y riñendo por tonterías; cosa que le preocupaba al nuevo miembro del barco, el médico Tony Tony Chopper, un peculiar reno de nariz azul que comió la fruta del diablo Hito Hito con la que era capaz de transformarse en humano.

Mientras continuaban sus aventuras para encontrar el One Piece, se dieron de bruces con la organización Baroque Works que trataba de conquistar el reino de Arabasta liderada por el shichibukai Crocodile un usuario de la fruta Suna Suna con la que podía manipular la arena a su antojo. Lucharon contra algunos miembros de la organización hasta descubrir que Miss Wednesday era en realidad la princesa Vivi, que se había infiltrado para conocer los planes de su líder y poder impedirlo, finalmente Luffy decidió ayudarle y acompañarle a su reino.

Habian pasado un par de días desde que embarcaron en el Going Merry y la princesa se sentía agradecida con ellos, pero también curiosa de tal tripulación, el capitán era jovial, se pasaba el día jugando con el tirador Usopp y el médico Chopper, también había un espadachín que prácticamente no le había dirigido la palabra, se pasaba el día entrenando o durmiendo; Nami la navegante con la que había hecho buenas migas y el cocinero Sanji que no paraba de agasajarle siempre que podía.

Una mañana Vivi abrió los ojos y estaba empapada en sudor, ya se sentía agitada los días anteriores pensando que era por el regreso a su hogar. Se levantó de la cama que compartía con su amiga y fue a la cocina donde ya estaban los demás.

- Buenos días – saludó con voz cansada, de inmediato Chopper, Zoro y Luffy dejaron de pelearse por la comida para mirar fijamente a la recién llegada que se puso nerviosa ante la mirada de estos – a-ah lo siento yo...

- ¿Qué ocurre, Vivi? – quiso saber Nami que se levantó de la silla para ir a su lado-

- Huele a dulce de leche – respondió Luffy.

- ... -Zoro arrugó la nariz, era un olor demasiado dulce y empalagoso a su parecer.

- Estás en celo, Vivi – se acercó Chopper a ella y le hizo una rápida revisión- no te habrás dado cuenta por todos los nervios de la isla y volver a Arabasta, en parte has tenido suerte, mejor ahora que una vez lleguemos allí, no podrías viajar en estas condiciones.

- Yo no huelo a nada – respondió Usopp mientras Nami acompañaba a Vivi a la habitación con algo de comida para que pudiera pasar el día allí ella sola y tuviese intimidad. – pensaba que tú también eras beta, Chopper.

- Y lo soy, pero también soy un animal y puedo diferenciaros por olores – se señaló su hocico azul.

- No sé demasiado de estas cosas, pero debe ser un problema lo de tener el celo ¿no, Luffy?

- Ah, nunca lo he tenido por lo que no tengo ni idea -respondió con sorpresa de todos, tanto por su respuesta como el hecho de que no hubiese aprovechado la distracción y se zampase el desayuno de toda la mesa. - ¿Qué hay de ti, Zoro?

- Si los tengo, pero no son un problema, basta con ser más estricto con el entrenamiento – echó una rápida mirada hacia el cocinero que no hizo broma como la primera vez que lo escuchó, sino que permanecía algo serio.

One piece OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora