One piece Omegaverse

Capítulo 16 - El reencuentro

Había pasado dos largos años desde la última vez que estuvo en el archipiélago Sabaody, estaba ansioso por ver al resto, no sabía que había sido de ellos salvo de su capitán, que trató de salvar a su hermano Ace en Marineford sin un buen resultado, aquello debió dejarle echo polvo y con ganas de ser mucho más fuerte para que no volviese a perder a nadie.

Tras despedirse de los okamas que le habían llevado hasta allí, fue derecho hasta el bar de Rayleigh encontrándose ya allí a parte de sus nakamas que le sorprendieron diciendo que Zoro fue el primero en llegar, en ese momento no estaba allí, se había ido a pescar. Con la excusa de ir a comprar provisiones fue al puerto, ese marimo seguro que se habría perdido y no sería nada fácil dar con él.

Durante el paseo estuvo pensando en el espadachín, en cuanto habría cambiado y si seguiría enfadado por haberle ocultado durante tanto tiempo su auténtico género, no tuvieron la oportunidad de hablarlo hace dos años y era algo que tenían pendiente.

Sus pasos le llevaron hasta el puerto donde un hombre gritó preocupado que al chico que le había dejado la caña de pescar se había subido en un barco pirata por error y seguramente estuviese muerto. Por la descripción que le dio, sin duda era quien andaba buscando. Chasqueó la lengua al enterarse de que el barco iba en dirección a la isla Gyoujin, aun tardaría en verse con él, por suerte, ellos irían allí cuando se reuniese el resto.

Antes de poder si quiera encenderse otro cigarrillo, un galeón pirata salió del agua partido en dos limpiamente y en la parte más alta había una figura ataviada de verde.

- Ah, me equivoqué de barco. – Se quejó hacia nadie en concreto, hasta que reparó en quien había en el puerto.

- Ey, marimo de mierda. – Saludó con una sonrisa divertida en los labios – Solo tu podías equivocarte tan estúpidamente para confundir un bote con un galeón.

- Cállate, número 7. – Replicó bajando de un salto hasta ponerse frente suya.

- ¿número 7? – Repitió confuso.

- Eres el séptimo en llegar, así que eres número 7.

- ¡Déjate esa mierda, por una vez que llegar el primero a algún sitio no nos enumeres!

- Has tardado demasiado, cejillas. – Sonrió de lado pockeándose su propia ceja para dejarle entender que ahora mostraba la que tanto tiempo estuvo ocultando.

- Aún faltan dos más, no he llegado tarde, marimo tuerto.

- Tenemos una conversación pendiente y es mejor aprovechar que ahora estamos solos y no nos pueden interrumpir, vamos.

- Vaya, no me das tiempo ni a saludarte ¿tantas ganas tenías de verme? – Se encendió por fin el cigarro tratando de ocultar su nerviosismo y siguió al alfa, podía oler su suave aroma.

Este no dijo nada y continuó paseando por el puerto hasta salir de él y llegar a una zona vacía en la que pudiesen hablar tranquilamente, a Sanji le asombró que Zoro no entrase al trapo cuando trató de molestarle, le veía mucho más tranquilo y maduro, también estaba más alto y su espalda era más ancha, ahora era mucho más fuerte. Por fin se detuvo y se dio la vuelta para enfrentarle.

- Antes de nada, hay algo que quiero decirte: – Comenzó el de pelo verde – Nunca llegué a disculparme apropiadamente cuando estuve en celo, no supe controlarme y tu pagaste las consecuencias, por ello te pido perdón.

- Ey, ey ¿Por qué tanta seriedad de repente? – Se azoró el rubio pues no esperaba unas disculpas – Ya te dije en su momento que eso estaba perdonado.