Mi única familia

Capitulo 26

Shadow y Stella ya habían vuelto a la casa, Stella estaba dibujando en el suelo de la sala y Shadow estaba leyendo el periódico en la sala, estaba inquieto pues pensaba que Stella diría algo de lo que había pasado.

— Niña. — Stella volteo a ver a Shadow dejando de colorear y el dejando a un lado el periódico.

— Escucha, discúlpame por lo que hice hoy, no era mi intención dejarte ni gritarte. — Stella vio raro a Shadow, se estaba disculpando.

— No se preocupe señor Shadow.— Stella regreso a seguir dibujando, Shadow vio a la niña triste aún pero no sabía cómo lidiar con ello, recordo lo que le había dicho Rouge sobre que iba a estar triste por la perdida de Sonic y del abuso que tenía con su hija, Shadow despertó de sus pensamientos al ver a Stella empezara a frotar sus ojos.

— Deja ahí, ve a descansar. —  Shadow volvió a leer su periódico, Stella camino a las escaleras para irse a dormir, Bruno vio a la niña subir y quiso acompañarla.

— Déjala, necesita descansar.— Bruno vio a Stella subir haciendo ruidos de lloriqueo al querer ir con ella.

— Bruno, cállate, quiero leer sin ruido. — Bruno se quitó de las escaleras y fue a donde tenía Stella sus colores y libreta para olfatearlo, tirando algunos colores.

— Bruno, deja ahí. — Shadow se levantó y recogió los colores que Bruno tiro, Shadow observo la libreta de dibujo de Stella, lo había dibujado a el estaba con una cara molesta, Bruno estaba ladrando de forma amistosa y a ella con una cara asustada, Shadow se sentó en su sillón y observó todos los dibujos que había hecho, muchos de ellos se dibujaba muy triste, la niña aún lo veía como un extraño aunque si lo era, los veía de los nuevos hasta los más viejos, hasta que llegó a unos que lo hizo sentir escalofríos, uno de ellos veo como Esmeralda la golpeaba, en otros como dibujo que ella estaba en un funeral muy triste, en otro dibujo a Sonic estando en cama en lo que parecía un hospital ambos se estaban abrazando muy tristes y finalmente uno donde se veían muy felices, era el único dibujo donde se dibujo feliz.

— Pobre niña, a sufrido mucho desde que Sonic se marchó. — Shadow se dijo así mismo recordando a María su vieja amiga.

— Después de todo, no somos diferentes. —
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Stella había sido despertada por Bruno, Bruno la despertó lamiendo su cara, ella se rió de ello.

— ¡Oye! ¡Basta! Ya estoy despierta. — Dijo Stella ya levantándose de la cama.

— ¿Ya estás despierta? — Entro Shadow al cuarto tomando café, Stella dejo de sonreír al verlo.

— Bien, vamos a tomar un baño, tenemos que volver a mi trabajo. — Stella asintió y fue al baño pero sintió que Shadow iba detrás de ella.

— Disculpe señor Shadow pero ¿Que hace? —

— Tengo que bañarte. — Shadow dijo mientras dejaba su taza en una mesita que había en el baño.

— Oh, bueno es que yo me se bañar, desde que llegue me he bañado yo sola, mi mami me enseñó a bañarme. — Shadow se sorprendió de eso, no se esperaba que una niña pequeña pusiera ya bañarse sola, se dió cuenta que podía hacer cosas sola sabiendo que ya tenia una semana con el y no sabía que hacía.

— Bueno, está bien, solo no tardes, tenemos que regresar al trabajo, además irá Rouge, si es que eso te alegra un poco. —
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Shadow tenia si desayuno listo de Stella, escucho pasos arriba, ella ya estaba por bajar, tenía una pequeña mochila vacía busco su libreta y sus colores y los metió a esta.

— Debes comer primero, después te llevas tus cosas. — Stella asintió y se subió a la silla para poder comer.

— ¿Mi tía Rouge me va a recojer? — Pregunto Stella ya comiendo huevos revueltos.

— En realidad ella trabaja ahí, si ve que no estás conmigo se alterará y no quiero dramas hoy. — Stella seguía comiendo, Shadow no le hizo mucha comida la niña no había comido mucho desde que llegó, termino y se fue al lavadero a lavar su plato y cuchara.

— Bien, vamos. — Shadow abrí la puerta y espero a que Stella saliera con su mochila, cerró la casa y se fueron para la moto, está vez Shadow cargo a Stella para poderla subir, Stella había llevado su peluche con ella así que ahora tendría que agarrarse muy fuerte.

— No quiero distracciones de acuerdo. — Stella asintió y arrancaron.