Una vez reunidos y bien abrigados nos encaminamos a las afueras del pueblo, que por suerte no es demasiado grande. A pesar de ello los minutos se me hacen eternos. Jun, Samanta y yo caminamos al frente y en fila. Erick y Bastián nos cuidan las espaldas.
Cuando menos me doy cuenta hemos llegado a la carretera, pero en vez de salir a la parte por donde pasan los autos, Bastián nos hace seguir caminando por la orilla hasta conducirnos a una especie de cueva.
- No es una cueva, es un túnel. Nos hará cruzar la autopista y saldremos a una de las avenidas principales. Esta es exactamente... la mitad del camino. Mabel, ¿segura que me esperarás aquí?
- ...segura – titubeo, en realidad no lo estoy, falta al menos una hora para que salga el sol, pero aún asi no quiero pasar una hora en la oscuridad yo sola.
- Bien. Entonces los demás, síganme.
Erick se detiene en seco frente a mí. Estoy a punto de desearle suerte cuando de pronto siento sus brazos aferrándome con fuerza. Lo escucho llorar.
- Sabes que en cuanto estés del otro lado del túnel yo seguiré ahí para ti ¿verdad?
- Lo sé.
- Y que no importa lo que pase, seguirás siendo mi mejor amiga... sabes que si no fuera porque las tengo a ellas – susurra refiriéndose a sus hermanas – me quedaría y te ayudaría a buscar a tus padres ¿verdad?
- Yo también te quiero Erick – hago un esfuerzo por no llorar – cuídalas bien.
- Lo haré – a pesar de la oscuridad me doy cuenta de que esboza una pequeña sonrisa – toma esto, se lo robé a mamá. Mi número es el único que está registrado. En cuanto lleguen mañana, quiero que me llames ¿entendido?
- Lo entiendo, tranquilo. Erick solo serán unas horas. – recibo el teléfono celular y lo apago.
- No lo sabemos Mabel.
- Deprisa – nos apresura Bastián.
Abrazo por última vez a mi amigo y Samanta y Jun corren a despedirse de mí.
- Sólo serán unas horas – digo para mí misma cuando veo desaparecer las siluetas de mis amigos en la oscuridad.
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El bosque de las almas perdidas
Mystery / ThrillerHuir para vivir o quedarse y morir.