1 año después
-Wendy, date prisa, tenemos que ir a la feria-. Hablé cruzado de brazos y viendo a la pequeña colocarse sus zapatos rápidamente.
-Tened cuidado, en esa zona hay muchos pandilleros-. Comentó Dustin apoyándose en mi hombro.
Yo asentí, mirando a Wendy poner sus brazos en su cintura, y sonreír orgullosa. -Ya estoy-.
Wendy me daba la mano, mientras andábamos por Greinfield hacia la feria.
Sonreí orgulloso al observar las calles, Steve, Lucas y Nancy las habían limpiado de infectados a la perfección.
Sky también vino con nosotros, movía la cola alegre y Wendy acariciaba su cabeza contenta.
-¿Tienes ganas de ver la feria?-. Pregunté a la pequeña revolviendo sus cabellos.
Ella asintió sonriendo de oreja a oreja.
Oí un disparo al final de la calle, donde se empezaba a apreciar la feria.
Apreté la mano de Wendy y saqué mi arma.
Me quedé quieto, apuntando a la calle, con el ceño fruncido y respirando agitado.
Entonces lo vi, Marcus estaba ahí junto con el cuerpo de otro pandillero.
Él se giró mirándome a lo lejos, y sonrió saludandome con la mano.
A veces me recordaba a él.
Marcus era un pandillero que conocí hace unos meses, porque me salvó de otro pandillero.
Cada vez que salía por las calles de Greinfield a tomar el aire, me lo encontraba.
Marcus era un chico bastante atractivo, un año mayor que yo, ojos color miel y pelo castaño.
Y era infantil, arrogante y a veces muy molesto.
No parecía para nada un pandillero.
Avancé hacia él, y Wendy corrió hacia el chico.
-¡Marcus!-. Gritó la pequeña, siendo elevada por el castaño y abrazandola dulcemente.
-¿Qué haces por aquí, Will?-. Preguntó Marcus alzando una ceja con su típica sonrisa.
-Solo venía con Wendy a la feria-. Respondí rascando mi nuca.
-Este sitio es peligroso para una niñita-. Dijo Marcus rodando los ojos.
-¡No soy una niñita!-. Respondió Wendy molesta, haciendo un puchero con sus labios.
-No hablaba de ti, pequeña-. Dijo mirándome con una sonrisa burlona.
-Muy gracioso-. Resople y me crucé de brazos.
Marcus acarició la espalda de Sky, y este se revolvió juguetón.
-¿Puedo acompañaros? Por si hay pandilleros ahí adentro-. Preguntó mirándome de arriba a abajo, con una sonrisa inocente.
Wendy agarró contenta de la mano a Marcus, corriendo hacia la feria.
Yo rodé los ojos sonriendo y los seguí.
La vieja feria estaba llena de plantas por todo los alrededores. Había algunos mapaches en busca de sobras por alguna parte.
Pasamos delante de un viejo puesto de disparo, al que a Wendy le llamó la atención un pequeño peluche de estrella con una cara sonriente en el medio.
Marcus saltó la encimera y cogió el peluche, mientras que Wendy aplaudía dando pequeños saltos.
Yo solo sonreí observando el peluche con detenimiento.
Tragé saliva mordiendo mi labio inferior.
Wendy abrazó el peluche contra ella, y Marcus sonrió mirándome. -¿Te ocurre algo?-. Me miró frunciendo el ceño.
-Solo recordé algo-. Moví las manos nervioso, intentando que la conversación no llegara a cierto tema.
Marcus se quedó callado, esperando una respuesta verdadera.
Maldecí en silencio, apoyándome contra el puesto. -Un chico que conocí hace tiempo-. Concluí cortante, dando a entender que no quería hablar más.
Marcus asintió, y volvió a jugar con Wendy haciendo ruidos extraños.
A veces eso era lo que me gustaba de Marcus, que sabía cuando insistir y cuando no.
▷▷▷
-¡Ha sido increíble!-. Comentó Wendy alzando el peluche al cielo.
Ya estábamos de vuelta a el viejo gimnasio donde llevábamos tanto tiempo alojandonos.
Este estaba ya bastante decorado, con colchones, cojines, luces y más limpio.
Lucas estaba preguntándole a Wendy como se lo había pasado y donde se había montado.
-Y entonces Marcus me montó en un caballito y..-. Wendy fue interrumpida por Dustin.
-¿Quién es Marcus?-. Frunció el ceño mirándonos confundido.
Mierda.
Los chicos no sabían nada de Marcus, porque si les dijera que era un pandillero probablemente me dirían que era muy peligroso.
Pero no entenderían que quizás Marcus no era tan malo como los demás.
-Wendy llamó a el peluche Marcus-. Traté de salvar la situación. Era una mentira horrible, pero no pude pensar algo mejor en ese momento.
Dustin y Lucas se miraron extrañados, Wendy se quedó callada mirando el suelo y yo tragé saliva.
Nancy se acercó a nosotros a paso ligero, junto con Jonathan.
Jonathan y Nancy llevaban saliendo ya unos meses, parece que encajaron demasiado bien.
-Tenemos noticias-. Dijo poniendo unos papeles en la mesa que teníamos enfrente.
Jonathan comenzó a hablar. -Oímos en la radio que hubo un incidente en el hospital, y quizás haya algunos sobrevivientes que podamos acoger-. Concluyó mi hermano apoyando sus manos en la mesa.
-¿Alguien que quiera venir con nosotros a comprobar?-. Preguntó Nancy levantando una ceja.
-Es una estupidez-. Lucas fue el primero en hablar.-¿Y si no hay nadie que puedan rescatar? ¿Y si de camino vuelven a morder a alguno de nosotros? ¡¿Y si vuelve a morir otro?!-. Gritó señalando a Nancy con el dedo.
Esta se tenso apretando su mandíbula.
-Mike y Max están muertos, no deberíamos volver a pisar ese maldito hospital-. Concluyó con ojos llorosos.
Dustin miró al suelo, apretando su puño.
Wendy había empezado a llorar, y yo tapé sus oídos con mis manos.
-Lucas-. Habló Jonathan en tono de regaño mirando a el moreno frunciendo el ceño.
Lucas suspiró y se fue del gimnasio estresado.
Silencio.
-Nunca me enseñaron su cuerpo-. Habló Nancy en un fino hilo de voz.
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My last breath {byler}
FanfictionHawkins cayó por completo hace unos años. La vida de Will dio un giro tormentoso, cuando un virus mortal se desató por todo el mundo, y de un día a otro, caminaba junto con muertos vivientes. Pero, ¿hay alguna esperanza de vivir una vida normal en e...