23. Desastre

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Tragé saliva, y miré a Mike

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Tragé saliva, y miré a Mike.

Él estaba inmóvil, apretando su puño mirando fijamente el gimnasio.

Cogió una de las pistolas del jeep, y caminó hasta la entrada.

Hice lo mismo y lo seguí.

Mike abrió la puerta lentamente, observando como había soldados por todo el gimnasio, y la gente estaba arrodillada con las manos atadas, incluido mis amigos.

Vi a Jonathan, revolviéndose y amenazando a los soldados.

Un soldado se acercó a él y le gritó. -Para asegurarnos de que no harán ninguna estupidez, es mejor que sean eliminados-. Escupió haciendo que mi hermano maldiciera.

Y cuando el soldado empezó a apuntar hacia la dirección de mi hermano, disparé a la cabeza de este.

Cayó delante de mi hermano, que abría los ojos sorprendido al vernos a Mike y a mi.

Los otros soldados se dieron cuenta al instante, y empezaron a disparar hacia nosotros.

Mike me cogió de la chaqueta empujandome contra unas mesas del gimnasio para que nos cubrieramos.

Respiré agitado agarrando fuertemente la pistola en mis manos.

Mike empezó a disparar a los soldados, viendo como cada vez se acercaban más.

Yo solo temblaba, estaba paralizado sin saber que hacer.

Entonces, uno de los soldados agarró a Wendy, apuntandole a la cabeza y agarrandola del cuello.

-¡Salir o mato a la niña!-. Gritó en tono amenazante mientras Wendy se retorcía en sus brazos.

Abrí mi boca, soltando un jadeo que no pude aguantar. Salí de la mesa y tiré la pistola al suelo.

Levanté las manos, y Mike hizo lo mismo.

El soldado sonrió con crueldad, a punto de apretar el gatillo, pero Dustin se lo impidió, dándole un golpe en la cabeza con una bara de metal.

Los pocos soldados que quedaban apuntaron rápidamente al rizado, pero Jonathan se había conseguido librar del amarre en sus muñecas y había disparado a los soldados que quedaban.

Respiré agitado mirando a Mike de reojo.

El pecoso miraba a dos personas de la sala, Lucas y Nancy, que estaban aún arrodillados.

Corrió hacia ellos, mientras que los desataba, y los chicos lo miraban atónitos.

Cuando sus manos estaban libres, comenzaron a llorar, abrazando a Mike, y supuse que él también estaba llorando.

Me acerqué a Wendy, estaba cubierta de sangre del soldado que Dustin golpeó.

La abrazé, mientras que ella lloraba en mi pecho, susurrando cosas que no entendía.

My last breath {byler}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora