11

74 14 0
                                    

11: Bolita de alegría

- No puedo creer que hayas caído en eso Niall. - se carcajeó Louis después de haber escuchado la historia de Niall sobre sus amigos haciéndole una broma por teléfono.

- Son tan tarados, no te rías. - se quejó divertido. Él había decidido contarle anécdotas graciosas para que el castaño se mantenga alegre, lo cual había conseguido con éxito.

Así pasaron toda la tarde, hasta que Louis observó su reloj y se dio cuenta de que en unos minutos era hora de su trabajo.

- Realmente lamento tener que dejarte, pero tengo trabajo ahora y no puedo faltar, pero podemos continuar la conversación otro día, de eso no te preocupes. - avisó el mayor, el rubio lo comprendió y asintió de acuerdo.

- Nos vemos luego Louis, ¿quieres que te acompañe hasta tu trabajo? - le preguntó Niall mientras que ambos dejaban la pequeña cafetería a la que habían ido, cada uno pagó lo suyo y dejaron propina al mesero que los había atendido amablemente.

- No te quitaré más tiempo Niall, te has salteado clases hoy por mi, creo que ya es suficiente, igualmente gracias. - sonrió agradecido Louis.

Ambos partieron por rumbos distintos, Louis dirigiéndose a su trabajo y Niall a su casa.

Habiendo llegado en hora al trabajo, Louis se cambió por su uniforme y se dispuso a trabajar. Unos minutos más tarde llegó Harry, el cual lo saludó alegremente.

- ¿Cómo has estado Louis? - preguntó Harry con el uniforme ya puesto.

- ¿Tú como has estado? - evitó la pregunta.

El mayor se caracterizaba por no mentir, algunas veces lo hacía si era necesario, pero en la mayoría simplemente ocultaba la verdad, distrayendo al otro.

- Me alegro, yo estoy bi... - contestó Harry, habiendo creído oír un estoy bien por parte de Louis. Pero antes de terminar la frase, se detuvo y lo observó detenidamente. - Evitaste mi pregunta, ¿qué pasó, Lou? ¿Debo preocuparme? Bueno, si evitaste mi pregunta es porque algo bueno no ocurre y entonces si debo preocuparme, porque entonces... - él hubiera seguido hablando sino fuera porque el castaño lo cortó, Harry hablaba hasta por los codos cuando algo lo preocupaba, y éste era un claro ejemplo.

- Tranquilo Harry, estoy bien, mírame. - mintió Louis, se sintió mal por mentirle pero no podía decirle la verdad, Harry se limitó a mirarlo detalladamente, era obvio que el chico no se encontraba bien.

Unas bonitas ojeras se veían coloreadas debajo de sus hermosos orbes azules, él se veía cansado y agotado.

- No te presionaré, ¿sabes? Pero quiero que sepas que me preocupo por ti y quisiera ayudarte en lo que sea que te está sucediendo. - sonrió tranquilizadoramente, transmitiendo una paz que el ojiazul necesitaba con urgencia.

Louis respiró profundo con los ojos cerrados, volvió a abrirlos, éstos se encontraban algo cristalizados, pestañeó repetidas veces para no dejar escapar las lágrimas y asintió volviendo al trabajo.

Segundos después, Harry dejó de observarlo preocupado para volver también al trabajo, aunque eso no significaba que no le dedicaba alguna que otra mirada de vez en cuando. Tal vez no lo miraba sólo por preocupación.

La cabeza de Louis era un gran caos, tal vez no lo demostraba por fuera, pero sus pensamientos lo molestaban de sobre manera, haciéndolo sentir menos que los demás.

Harry lo notó. Cuando Louis le devolvió mal el vuelto al señor, éste se enojo, recibiendo una disculpa por parte del castaño y la correcta cantidad de dinero del vuelto.

Between Melodies《Larry Stylinson》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora