C22

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El alfa tenía al omega pegado a la pared, mientras sus labios, desesperados, capturaban los del contrario, sus cuerpos se pegaban y las manos de Taehyung recorrían sin respeto la cintura de Jungkook.

La agitación de sus respiraciones solo volvía el ambiente más caliente de lo que ya era. Jungkook se impulsó cuando el alfa lo sostuvo para cargarlo, sus piernas rodeando la cadera del castaño.

—Te amo, te amo demasiado. —confesó el omega, haciendo del alfa un desastre.

Taehyung se apresuró a llegar a la cama y recostó a su prometido en ella, para quedar sobre de él. Las miradas que se lanzaban lo decían todo, cada uno entendió perfectamente los sentires del contrario.

Taehyung comenzó a besar al omega lentamente, bajando poco a poco hasta llegar a su cuello, Jungkook dejó a la vista su blanca piel y la lengua del mayor no perdió la oportunidad de saborearla.

—Taehyung... —gimió el menor apretando los cabellos del mayor entre sus dedos. —Taehyung... —la voz se escuchaba tan lejana.

Estaba tan sumergido en el sabor dulce del omega que no prestaba mucha atención al llamado, necesitaba saborearlo aún más.

—¡TAEHYUNG DESPIERTA! —el fuerte grito, sumándole el golpe que Yoongi le dio, lo terminó por despertar.

—¿Qué mierda quieres? —su humor matutino nunca fue bueno, pero hoy estaba más cabreado de lo normal.

—Ayer me pediste que me quedara para que te despierte hoy a las seis, no me pongas esas caras, yo no quería quedarme porque sé que luego me andas odiando por despertarte... Aunque tú me lo pediste. —se quejó el azabache.

—Cierto, gracias. —dijo después de un suspiro. —Ya desperté. —era verdad, hoy tenía que despertar temprano porque iría a un viaje a París y tenía que ir primero a despedirse de su omega y cachorro.

—¿Qué soñabas? —Taehyung miró a su amigo y este tenía una mirada acusatoria y una sonrisa burlona. —Creo que ni siquiera debo preguntar. —lo miró en su entrepierna y cuando Taehyung bajó la mirada, pudo ver lo que hacía reír a su amigo.

Estaba erecto, jamás en su vida había tenido un sueño húmedo y se odiaba por tenerlo justo el día que Yoongi se quedaba a dormir con él.

—Solo LÁRGATE. —se quejó y se giró para no encarar a su mejor amigo.

—Claro, amorcito~ —su juego ya no le parecía gracioso al castaño.

Las mejillas de Taehyung estaban tan rojas que parecía una fresa madura. El alfa azabache se burló una última vez antes de salir de la habitación del castaño.

—Joder.

Después de querer golpear la cabeza de Yoongi hasta que olvide lo que vio y llegar a la conclusión que eso no podía hacerse realidad, se levantó para comenzar a prepararse e ir a ver a esos dos pelinegros que se adueñaron de su vida... Su familia.

Taehyung tenía que ir a un desfile de modas en París, si por él fuera, llevaría a Yeonjun y a Jungkook con él, pero el omega tenía trabajo y su cachorro escuela, así que Jungkook no aceptó la idea.

Ahora se dirigía a ese castillo verde para poder ver a su Rey y príncipe. El camino le pareció eterno, pero la realidad es que había llegado en menos de quince minutos.

Jungkook ya lo esperaba con el cachorro entre sus brazos, fuera de la casa. Yeonjun estaba emocionado por ver a su papá tan temprano, antes de ir a la escuela.

—Hola... —saludó el alfa una vez que llegó frente al omega.

—Hola... —respondió el pelinegro mayor.

¡PAPÁ! [Vkook] ©MaliBNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora