Prólogo

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Los tres se trasladaron hasta la ubicación que les dio la rubia

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Los tres se trasladaron hasta la ubicación que les dio la rubia. Se trasladaron sin ser vistos. La pelinegra se puso su chaqueta lista para la acción. Besó su relicario, luego lo apretó entre sus manos, con fuerza, pidiéndola para sobrellevar la misión. Bucarest significaría un antes y un después. En esa ocasión no perdería a nadie durante la misión. Steve fue el único en entrar al departamento, llevaba su traje y escudo, dispuesto a todo con tal de salvar a su mejor amigo. Ella y Wilson permanecieron atentos a lo que se acercara. Este último dio aviso a Rogers de cada cosa que sucedía afuera, la pelinegra le daba señales. Ambos estaban vulnerables en su posición.

Malie y Sam peleaban con los que se acercaran, no podían dejar su posición hasta que Rogers avisara que podían avanzar. La pelinegra no usaba los poderes, era un combate cuerpo a cuerpo, a menos que le dispararan, no le gustaba aquella sensación. Vio a Barnes correr por el techo y antes de que pudiera llegar para retenerlo hasta que su mentor apareciera, vio a una pantera arribar a la escena y comenzar a darle batalla al soldado del invierno. Tanto Falcon como Madinaveitia lidiaban con la pantera negra. Bucky a la cabeza, luego la pantera, detrás Steve y de último Malie.

Ella usó la levitación para apresurarse a atrapar la pantera, la cual iba enganchada al coche que tomó su mentor. Bucky consiguió una motocicleta. La pelinegra logró que la pantera se soltara, pelearon durante un momento, le daba patadas, lanzaba campos de fuera y este era mucho más fuerte que ello, la lanzó contra una columna para colgarse de Falcon. Los tres salieron a tiempo: Steve, Sam y Malie; pero todos fueron rodeados por la policía, incluso máquina de guerra apareció en el lugar.

—Ríndanse, ahora— dijo Rhodes—. Felicidades, chicos, son criminales.

—Ya era un monstruo— murmuró la pelinegra con fastidio. Se peleaban por quién le pondría las esposas, unas especiales para ella, pues daban choques si trataba de usar sus poderes—. Larga vida al rey— dijo al ponerse de rodillas y alzar las manos para que la arrestaran—. ¿Ya firmó y registró su traje? ¿O se unió a la lista de hipócritas? Porque podría encabezarla.

—Alteza— dijo Rhodey aún desconcertado, como el resto. Malie comenzaba a enojarse con todo ello.

***

—¿Y te gustan los gatos?

—Sam— murmuró Steve. Cada uno iba en una fila para él solo.

—¿Qué? Apareció disfrazado de gato, ¿no quieres saber más?

—Tu traje es de vibranium— dijo Steve, lo dudó pero era casi un hecho.

—La Pantera Negra ha sido el protector de Wakanda por generaciones, un manto que pasa de guerrero a guerrero. Y ahora, debido a que tu amigo mató a mi padre, ahora cargo el manto del rey.

—Mi más sentido pésame— dijo Malie, trató de extender sus manos para tocar el hombro del rey, pero las esposas la lastimaron.

—Ahora contesta, como amigo y como rey, ¿cuánto tiempo crees que mantendrás a tu amigo a salvo de mí?

Llegaron a la base militar. Retiraron las esposas de Malie para dejarla salir de la camioneta. Tuvo entregar su traje a los oficiales, Sam la ayudaba, pues aún estaba adolorida por la descarga. Todos avanzaron hasta quedar de frente a Sharon y otro agente—. ¿Y a él qué le pasará?

 ¿Y a él qué le pasará?

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Larga vida al reyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora