Larga vida al rey

23

—Señora, usted manda— T'Challa le besó la mano.

—Tenemos nuevos comunicadores, puedo interferir los de mi hermano.

—Hermano— Shuri se aproximó y su cuñada la llenó de besos.

—Wong, su turno.

—Cap, ¿me escuchas? Cap, soy Sam, ¿me escuchas? A tu izquierda— el súper soldado se giró y vio un portal resplandeciente del que salieron los Reyes de Wakanda, la princesa y su mano derecha.

Luego apareció volando Falcon antes de que se abrieran aún más portales. El rey lanzaba el grito de guerra para reunir al ejército, pronto se reunieron M'Baku y su tribu, Wanda, Groot... Thor llamó al hacha, vio llegar a Peter. La emoción fue mayor al ver a su cuñada llegar en una armadura brillante. Lang salió de entre los escombros, con Hulk, Rhodes y Rocket. Thanos admiraba a lo que debía a lo que debía enfrentarse. La Reina volteó a ver su Rey, asintieron con la cabeza, esta vez no se perderían de vista, ahora los dos saldrían victoriosos, por ellos y por sus hijos.

—¡Vengadores... unidos! — solo se necesitaba eso para dar inicio a la magna pelea. Malie y T'Challa corrieron un poco antes de levitar y brincar, respectivamente, al caer provocaron una onda que aniquiló a los que los rodeaban. Pelearon cubriéndose la espalda, sabiendo que en algún punto debían separarse de nuevo.

—Siente la energía correr por tus venas.

—Promete que vas a volver.

—Nuestros hijos aguardan.

—¿Qué quieren que haga con esta cosa? — inquirió Clint por el comunicador.

—¡Llévate las gemas lo más lejos posible!

—No, hay que devolverlas al lugar donde pertenecen— dijo Banner.

—Thanos destruyó el túnel cuántico— habló Tony.

—Un segundo, no era la única máquina del tiempo.

—¿Alguien ha visto una horrible van por ahí?

—Scott, ¿cuánto tiempo necesitas para hacer que funcione?

—Como diez minutos.

—Enciendelo, te llevaremos las gemas— dijo Steve. Malie combatía cuerpo a cuerpo con quien se cruzara al mismo tiempo que lanzaba campos de fuerza a posibles adversarios.

—Tú destruiste lo que más amaba.

—Ni siquiera sé quién eres.

—Lo sabrás.

Levantó los escombros y los lanzó hacia el hombre morado, cayó con fuerza y creó un temblor. Lanzó uno tras otro, pequeños cúmulos de poder que el titán retenía con su espada. Ella detuvo el arma con su telequinesis antes de ser decapitada, canalizó su fuerza y lanzó lejos la espada antes de lastimar al titán quitándole la armadura. Trató de protegerse cuando salió disparada. Malie la atrapó y cubrió con un campo de fuerza. Ambas vieron a Pepper atrapar a Peter. Reaudaron el combate evitando los rayos que venían den la nave, T'Challa corrió hasta proteger con su cuerpo, y las modificaciones de su traje, absorbía toda esa energía para usarla después contra el enemigo. Se vieron a los ojos un momento cuando estos se detuvieron para girar al cielo. Un rayo partió la nave por la mitad. La pelinegra reconoció a Danvers.

—Hola, Peter— le sonrió cuando cayó cerca del matrimonio y la bruja.

—No sé cómo vas a atravesar todo eso.

—Lo harás tú.

—¡Ahora!

T'Challa liberó de un brinco que la energía saliera disparada hacia los enemigos, Malie y Wanda seguían disparando su magia a cualquiera que se acercara para lanzar a Peter hasta el otro lado. La armadura disparaba a los pocos que lograban librarse de la magia y telequinesis, antes de llegar al automóvil, Thanos le golpeó el rostro con la espada, comenzó a salirle sangre de la sien. T'Challa impulsó al chico lejos para ponerlo a salvo. Se pusieron de pie con cuidado, el titán se reía de aquella demostración, pues él sacrificaría a su amor por conseguir sus objetivos. Con su telequinesis atrajo dos naves chitauri para impactarlas, cuando cayó, disparó una onda magnética a su esposo, el cual la haría más potente gracias al traje. La espada salió dispara para destruir la camioneta antes de que el niño llegara. La explosión fue mayor y el guante quedó muy lejos. El titán la tomó de la pierna y la azotó contra el suelo, ella gritó de dolor. El Rey entró de nuevo en escena y logró herirlo, se removió en su sitio antes de soltar una segunda onda.

Ambos recibieron balas y solo la Reina fue herida, su poder de regeneración no era tan acelerado, estaba demasiado débil. Thanos resistió el ataque, avanzó un paso antes de golpearlos con la espada, el Rey estaba un poco aturdido para proteger a su esposa. Tony vio el guantelete y corrió hacia él, luego fue impactado por Thanos, enseguida Thor entró en escena y lo atacó con ambas armas, quería herirlo de muerte y aun así no podían con él. Steve se unió al ataque y Thanos los inmovilizó con facilidad, Steve recibió varios puños antes del titán ser detenido por Danvers, quien dio tres puñetazos antes de ser sacada del juego. Thanos se puso el guante, sintió la energía correr dentro de sí, o eso creía, porque volvió, trató de quitarle el guante, luego de romperle la mano, Malie y Wanda lanzaron varios hechizos para tratar de inmovilizarlo de nuevo, Tony se levantó el guante y lo jaló, el titán tomó la gema del poder para absorber los dones de ambas brujas y quitarse a todos de encima.

—Yo soy inevitable— dijo antes de chasquear, vio que no funcionó, tenía el guante vacío, volteó hacia Stark, quien yacía de rodillas, con las gemas en su guante. Se terminó de armas, una descarga eléctrica lo recorrió, pero ni se inmutó como Banner, ya que Malie le lanzó una protección de último momento.

—Y yo... yo soy Iron Man— chasqueó los dedos. Un enorme destello lo cubrió. El ejército se hacía polvo ante los ojos de Los Vengadores. Thanos asimilaba la derrota, veía todo a su alrededor, luego tomó asiento y esperó su turno. La pelinegra sostuvo a su hermano llevándolo a unos escombros para tratar de sostener, se puso pálido con rapidez. Respiraba con dificultad. Rhodes se quitó el casco y le sostuvo la cabeza.

—Señor Stark— llegó Peter detrás de Rhodey—. Ey, señor Stark, ¿puede oírme? — comenzó a llorar cuando el filántropo apenas giró la vista hacia él—. Soy Peter, vencimos, señor Stark. Vencimos, señor, lo logró, lo siento, Tony— Pepper lo sostenía de los hombros, el niño se puso de pie y se hizo hacia atrás.

—Ey.

—Hola.

—¿Viernes?

—Signos vitales graves.

—¿Dónde está?

—No me he ido.

—Perdón...

—Te amo, hermanito— besó su frente y le dio una diminuta oleada para que no sufriera más.

—Ya puedes descansar— dijo Pepper antes de romper en llanto y besar la mejilla de su amado esposo. Todos se arrodillaron un minuto para rendir honor a su líder caído.