Larga vida al rey

21

La supuesta aliada nueva había partido hacía tanto, alardeó sobre encontrarlo pronto, eso no alivió el temor de las mujeres. Por un momento temieron no volver a verlo, temían que muriera en el espacio, lejos de su familia. Malie se ofreció a acompañarla, pero Steve se lo prohibió. La pelinegra fue por un bote de nieve para matar el rato, mas ya no le sabía. Perdió la sensibilidad al sabor, Rhodes le preguntó que, si dejaría su misión de buscar el sabor perfecto solo para distraerla, solo que no captó la broma. Pepper y ella se quedaron afuera de la base, en vela, esperando el milagro de verlo volver. Nat llamó a un cuerpo médico para que estuviera ahí las 24 horas hasta el retorno de Carol.

Y el ansiado día llegó, era de noche, pero poco importaba. Ahí estaban ellas, comenzaron a llorar del alivio de verlos llegar. Steve y Malie corrieron a sostener al millonario, ella tenía miedo de mostrarse efusiva por lastimarlo en el proceso. Nadie le quería decir el estado de su hermano y solo verlo, le dolía. Por poco no la contaba. Nat jaló a Malie para que dejara pasar a su hermano y al súper soldado—. No lo detuve.

—No, ni yo.

—Espera, perdí al niño.

—Perdimos, Tony...

—Sí...

—Perdió a la...— no pudo continuar porque Pepper llegó, aun incrédula.

—No puede ser— lo abrazó y se permitió llorar—. Estás vivo.

—Tranquila— dijo luego de darle un beso en la mejilla.

Nat soltó a la pelinegra y ella caminó lentamente detrás del recién llegado. Los médicos lo revisaron, Pepper también yacía afuera para dejar maniobrar al cuerpo médico. La pelinegra se paró frente a ella y las palabras no le salieron, ambas estaban mudas, apenas y salía el llanto. La rubia asintió con la cabeza, Malie respetó que debía esperar a que la esposa lo viera primero, que hablaran, ahora que habían formalizado la relación, su hermana pasaba a un segundo plano y lo respetaba a pesar de todo.

—Creí que...

—Steve no me dijo que fuiste al espacio, sabes que no puedes ir de aventura sin mí.

—Te convertiste en Reina, ¿no se supone que yo sería tu rey?

—Y lo serás siempre.

—Perdí al niño.

—No solo nuestro hijo, nuestra hija Wanda igual no hay noticias de nuestro tercer hijo; también Velma...

—Ay, hermanita— dijo al tratar de abrazarla, ella lo retuvo cuando tocaron.

—23 días desde que Thanos vino a la Tierra— dijo Rhodes.

—Los gobiernos mundiales están en pedazos— dijo Nat, Tony se dio cuenta que la fotografía de la rubia estaba entre los caídos por el chasquido y buscó la mirada de su hermana, esta permanecía atenta a lo que decía el resto, sentada a lado del dios, estaban de la mano pero ninguno parecía interesado que tenían al otro a lado—. Las partes que aún funcionan tratan de hacer un censo y parece que hizo... hizo justo lo que iba a hacer, Thanos eliminó al cincuenta por ciento de las criaturas que existen.

—¿Dónde está ahora?— inquirió Tony.

—Nadie sabe— dijo Steve—. Solo abrió un portal y lo cruzó.

—¿Y a este qué le pasó?— dudó apuntando al dios.

—Está enojado— dijo Rocket—. Cree que falló. Y la verdad es que sí pero no es el único que se siente así.

—Te digo algo, hasta hace un segundo, creí que eras un peluche— dijo el millonario.

—Tal vez lo soy.

—Llevamos tres semanas buscando a Thanos— dijo Steve—. Por medio de escaneos, satélites y no hay nada. Ustedes pelearon.

—¿Quién dijo eso? No peleamos, él me golpeó con un planeta mientras el mago de la calle Bleecker le daba lo que quería. Eso pasó, no hubo un combate porque él es invencible.

—¿Te dio algún indicio, una coordenada, algo?

—Hace años vi lo que iba a pasar— dijo Tony, fuera de la discusión hacia ningún lado, eso interesó a la pelinegra, así que avanzó hacia el equipo—. Fue una visión, no lo creí al principio, pensé que soñaba.

—Tony, necesito que pienses...

—Y yo te necesité, tiempo pasado, eso le gana...

—No es momento— murmuró Malie por lo bajo.

—...a lo que necesitas, ya es tarde, amigo. Perdón. Lo que necesito, es afeitarme— dijo al ponerse de pie.

—No, cariño— dijo la pelinegra al tratar de detenerlo.

—Creo recordar que les dije...

—Tony— dijo Rhodes.

—...a todos, cuando aún estaban aquí— dijo al quitarse la intravenosa—. Que lo que se requería, era crear una armadura que cubriera al mundo, ¿no fue así? Así afectara nuestra valiosa libertad, no, eso era lo que se requería...

—Pero eso no funcionó, ¿o sí?

—Cariño, por favor— dijo Malie parándose a lado de Rhodes.

—Te dije que nos vencerían y tú dijiste "nos vencerán juntos", ¿y qué crees, Cap? Pues nos vencieron y no estuviste ahí. Pero eso es lo que hacemos, no, actuamos después del hecho— Rhodes ya lo sostenía, Malie lloraba por ver así a su hermano—. Somos los ¿vengadores? Somos los Vengadores, no los pre vengadores, ¿verdad?

—Ya fuiste muy claro— dijo Rhodes.

—Siéntate— dijo Malie al jalarlo levemente.

—No, no, todavía, ¿y ella es?

—Siéntate.

—Te necesitamos, sangre nueva, no estas viejas momias— dijo al zafarse del agarre—. No tengo nada para ti, Cap, no tengo coordenadas, ni indicios, estrategias ni opciones. Cero, ninguna, nada. Ni confianza en ti, mentiroso— dijo al arrancarse el reactor del pecho y ponerlo en la mano de su interlocutor—. Toma esto, si lo encuentras póntelo y luego escóndete.

—Tony— exclamó Malie luego de que su hermano se desplomara.

—Estoy bien.

—No, mi amor, no es cierto— dijo tratando de ponerlo de pie.

—Denme...