Capítulo 14

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14- Galletas.


El semestre de primavera había comenzado hace pocas semanas, siendo la cantidad de tareas y proyectos de arte lo que ocupaba la mayor parte del tiempo de Taehyung.

No odiaba lo que hacía, no realmente, solo deseaba poder caer en su cama y dormir por un día completo, solo para recuperarse.

"¿Jungkook?" No obstante, ese jueves temprano por la mañana, Kim decidió entrar al departamento del menor, deteniéndose justo antes de llegar a la sala de estar cuando vio al chico recostado en el sofá, con los pies colgando del borde.

"¿Tae?" Jungkook dijo lastimosamente, apenas volteándose de costado para verlo, con el torso desnudo y ligeramente sonrojado.

Taehyung podría retroceder y admirar al chico que tenía al frente, pero por la aspereza en su voz, generalmente suave, supo que algo andaba mal.

"¿Estás enfermo?" El pelirosa dejó caer su bolso al suelo, acercándose al más joven y confirmando sus suposiciones. "Jungkook, deberías estar en la cama."

Taehyung no era enfermero ni nada por el estilo, pero le gustaría creer que sabía lo básico, y ese conocimiento le decía que descanso, alimentos calientes y abundantes y tal vez medicamentos era lo que necesitaba el otro.

La cosa era que él no era muy bueno en cuanto a ejecutar aquellos conceptos básicos. Ni siquiera estaba completamente seguro de por qué Jungkook lo había llamado en primer lugar, pero la desesperación que escuchó en su voz lo hizo salir corriendo apenas terminó su clase.

"Caliente." Fue todo lo que dijo el menor, haciendo pucheros desde su cama improvisada en el sofá la cual solo contaba de una manta y una mísera almohada. Honestamente, se pensaría que era un niño por la forma en que cuidaba su propio cuerpo. "Prometiste que me cuidarías."

Taehyung se puso rígido, suspirando al finalmente darse cuenta. Sí, pudo haber tomado la decisión de salir corriendo apenas escuchó el indicio de problema en la voz de Jungkook, aún así, el chico no podía responsabilisarlo de su estado actual, incluso si en realidad planeaba quedarse a ayudarlo.

"Nunca prometí algo así."

"Lo hiciste. Cuando me robaste la sudadera y me hiciste desafiar el frío de otoño por un jodido frappé." Jungkook lo señaló con un dedo acusador, con una sonrisa demasiado victoriosa para el gusto de Taehyung.

"¡Eso es mentira y lo sabes! Sin mencionar que eso pasó hace mucho tiempo. ¡No estás enfermo por eso!"

"Se tomó su tiempo para finalmente dar síntomas."

"Eres un niño."

Sin embargo, Taehyung comenzó a hervir sopa, dejando a Jungkook sonriendo felizmente para sí mismo, incluso en medio de la fiebre y la nariz tapada, se sentía como en una nube llena de éxtasis y euforia.

Ese cuidado también incluyó a Jeon molestando al pelirosa cada poco tiempo para que le alcanzara pañuelos y le diera abrazos. Abrazos a los cuales Taehyung frunció el ceño durante una hora completa antes de ceder y dejar que el menor lo pusiera encima de su cálido cuerpo.

Fue incómodo al principio, haciendo que el sudor y el hedor de medicina hicieran a Taehyung gemir audiblemente de disgusto.

Cuidar de alguien era algo nuevo para él. Cuidar a alguien mientras estaba enfermo, incluso más nuevo. Había aprendido rápidamente que Jungkook vivía por la atención que recibía y no le daba vergüenza de pedir más de dicha atención si sentía que la que le daban no era suficiente.

Taehyung tuvo que apartarle las manos al chico varias veces, recordando que estaba enfermo y que intentar cualquier intimidad estaba prohibido. Pero entonces esas manos le agarraron por el trasero y tal vez pudo haber cedido a una buena sesión de besos por unos veinte minutos.

Debería estar preocupado por los gérmenes, tenía sus propias clases por las que estresarse, pero era difícil concentrarse cuando la lengua de Jungkook se deslizaba suavemente sobre la suya, tal como le gustaba.

Cada gemido aumentaba la tensión entre ellos, creando un zumbido de excitación alrededor de sus cuerpos que rogaba por más caricias, besos y cualquier otra cosa que tuvieran para ofrecerse el uno al otro.

"Kook..." Taehyung jadeó con nostalgia en los labios del más joven, arqueándose contra él y sintiendo ese calor familiar acumularse en la boca de su estómago.

Y mierda, Jungkook podría acostumbrarse a ese apodo.

"Bebé." Jungkook se apartó, ahuecando sus suaves mejillas y queriendo más, siempre quería más. "En el dormitorio o aquí. No me importa una mierda, simplemente-" Mordió la carne afelpada del labio inferior de Taehyung, provocando que de su boca saliera un obsceno sonido siguiendo a la acción como una recompensa de bienvenida. "Necesito tenerte, bebé."

Taehyung era un hombre débil. Débil cuando se trataba de deseos corporales, y Jungkook era el mejor para ello.

Necesitaba decir que sí, ayudar a Jungkook a levantarse y empujarlo hasta la habitación para poner sus manos en su polla.

No obstante, en el momento en que se alejó, se dio cuenta de lo mala que era esa idea. Por mucho que lo quisiera, no podía follar a la gripe para que desapareciera.

Todavía amargado por ese gran descubrimiento, empujó al pelinegro hacía abajo cuando trató de levantarse, descansando la palma de su mano en su fornido pecho.

"Necesitas descansar."

¿La parte divertida para Jungkook? Todo lo que siempre había querido era que Taehyung cediera y se diera cuenta que estaba enamorado, que todos esos meses juntos los habían debilitado a ambos hasta convertirlos en dos idiotas enamorados.

Jungkook obviamente había aceptado ese conocimiento más rápido que el mayor, pero ahora estaba un poco enojado por todo el asunto.

Tenía a su dulce y cariñoso amante - dejando de lado las negativas a acurrucarse con él al principio - en su regazo, listo para empujarlo a la cama para que pudiera descansar cuando todo lo que él quería era una buena cogida.

Sus hormonas se estaban volviendo locas y la fiebre no ayudaba. "Tae, bebé."

"Ni siquiera intentes eso conmigo, no funcionará." Taehyung puso los ojos en blanco por décima vez ese día, logrando controlarse y moverse para acostarse frente al otro.

Permitió que el más joven lo abrazara, siendo él la cuchara pequeña, sin pronunciar una sola queja en cuanto a la sorpresa y alegría de Jeon.

"¿Me das la sopa mientras vemos una película?"

¿Cuándo diablos Taehyung había dejado que las cosas se volvieran tan domésticas? Y más importante aún, ¿cuándo empezó a gustarle?

"No te hagas ilusiones."

Pero esa noche de jueves, Taehyung le dio de comer galletas a Jungkook mientras descansaba su cuerpo en el pecho del menor y se reproducía un drama en el televisor.

Maybe You Should Fall ✦ KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora