Para su mala suerte, sin razón aparente, ese alfa había comenzado a molestarlo.
Le escondía los libros, no lo dejaba comer tranquilo, lo molestaba cada vez que lo veía por los pasillos, le colocaba apodos vergonzosos y cada que podía, le hacía una...
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El fin de semana pasó muy rápido. Tanto Taehyung como Jungkook pasaron estudiando y el tema que a ambos les preocupaba, se quedó en el olvido.
El lunes llegó y también llegaron los exámenes. Jungkook estaba algo nervioso por eso, ya que matemática era especialmente difícil para él, pero confiaba que con lo poco que Taehyung le había explicado por llamada, lograría pasar el exámen.
La cabeza le dolía, no sabía porqué, pero decidió no darle demasiada importancia. El tiempo del exámen había comenzado y Jungkook se sentía confiado, justo eran los temas que Taehyung le había ayudado a estudiar.
Al terminar, entregó el exámen y estaba recogiendo sus cosas, cuando de repente todo a su alrededor comenzó a moverse. Quería detenerse de su mesa o de su silla, pero no tenía la fuerza suficiente. Su vista se oscureció y se desmayó.
Cuando despertó, tuvo que parpadear para enfocar bien su vista. No reconoció el lugar de inmediato, pero al tratar de sentarse, un tacto que conocía demasiado bien, lo ayudó.
Taehyung estaba junto a él.
"¿Te sientes mejor?"
El tono de voz del alfa era más suave, y se escuchaba preocupado. Jungkook asintió, con un gesto confundido.
"¿Qué pasó?"
Fue lo que dijo mientras Taehyung le ayudaba a bajar de la camilla. Y ahí se dió cuenta de que estaban en la enfermería del instituto.
"El profesor dice que te desmayaste de la nada. Y la enfermera supone que es por el estrés de los exámenes."
Jungkook suspiró, no se sentía estresado, pero no dijo nada.
Caminaron hacia la salida, Taehyung llevaba las cosas de ambos, a pesar del pequeño berrinche que el omega le hizo.
Al llegar al auto, Hyuna vió a Taehyung y éste le hizo un gesto de afirmación. Jungkook estaba lo bastante sorprendido de que el alfa haya decidido sentarse a su lado y no en el asiento del copiloto que solía utilizar, pero no preguntó.
Al llegar a su casa, lo primero que sintió, fue el aroma de su padre Jin al abrazarlo.
"Nos llamaron del instituto. ¿Bebé, estás bien?"
Su padre Namie esperaba el turno para abrazarlo también, así que se dejó hacer y cuando ambos padres lo habían soltado, respondió.
"Estoy mejor. Dijeron que era por el estrés de los exámenes."
Sus padres lo veían con preocupación, le ofrecieron llevarlo al hospital, con su médico de confianza, pero se negó, y aunque sus padres insistieron, él aseguró que se sentía mejor.
Al llegar a su habitación, ya que no comió nada porque no tenía hambre, se encontró con una cajita sobre su cama, otra hoja cortada de su libreta favorita y el leve aroma que daba a conocer que el alfa estuvo ahí.
