Para su mala suerte, sin razón aparente, ese alfa había comenzado a molestarlo.
Le escondía los libros, no lo dejaba comer tranquilo, lo molestaba cada vez que lo veía por los pasillos, le colocaba apodos vergonzosos y cada que podía, le hacía una...
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La semana pasó, le faltaban unos cuántos exámenes que habían corrido para la siguiente semana. Por esa razón se mantenía en su habitación estudiando.
Los malestares habían seguido durante toda la semana, y agradecía a Taehyung porque siempre estaba cerca de él, ya que si no hubiese sido así, posiblemente se habría roto la cabeza cuando se desmayó a la salida del día jueves.
Culpó a su celo, ya que estaba cerca, de las náuseas, vómitos, mareos y dolores de cabeza que tenía. Además de que su olfato parecía más sensible y los cambios de ánimo también.
Era domingo, y Taehyung no había llegado en todo el día, así que se sentía algo triste y enojado. Pero al escuchar unos ruidos en su ventana, una sonrisa apareció en sus labios, y cuando el alfa entró, llevando un bote de helado de menta con chocolate que el omega había comentado, tenía muchas ganas de comer, se abalanzó sobre él para abrazarlo.
A Taehyung ya no le sorprendía que de la nada, el omega de Jungkook tomara el control y lo tratara de modo cariñoso.
Le dió el helado, y el omega feliz se recostó de nuevo en su cama para poder comer lo que su alfa le había llevado.
El alfa se despidió, diciéndole que tenía que hacer algunas cosas del instituto que no había terminado, y a regañadientes el omega lo dejó ir.
Los días volvieron a pasar, Jungkook seguía con los malestares, pero eran en menor nivel. O eso decía. Además de que su celo estaba próximo. Día miércoles, su celo llegaría al día siguiente.
Jungkook era bastante exacto con sus celos, así que al pasar el jueves y luego viernes y no tener ni un solo síntoma del celo, era algo preocupante.
No quería pensar más allá de las cosas, porque sabía que había una gran posibilidad de lo que su mente le decía.
Sábado pasó. Nada, ni un dolor o fiebre que normalmente le daba en sus celos.
Domingo, no soporto la duda, y le dijo a sus padres que iría con Gigi. Sus padres accedieron y llamaron a la madre de Yoongi para avisarle que su hijo llegaría a su casa. Jungkook estaba tranquilo, ya le había comentado algo a Yoongi, así que todo estaba arreglado.
De camino a la casa de Yoongi, pasó por una farmacia, y con miedo, compró una prueba de embarazo.
Llegó a la casa de Yoongi y al igual como la vez anterior que había llegado, Hoseok lo recibió.
Cuando estuvieron en la habitación de Yoongi, Jungkook comenzó a llorar, sorprendiendo a los otros dos, quienes no entendían nada.
"Creo- creo que estoy encinta."
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