Para su mala suerte, sin razón aparente, ese alfa había comenzado a molestarlo.
Le escondía los libros, no lo dejaba comer tranquilo, lo molestaba cada vez que lo veía por los pasillos, le colocaba apodos vergonzosos y cada que podía, le hacía una...
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La semana pasó, día jueves, Jungkook no salía de su habitación a menos que fuese para comer o saludar y despedir a sus padres cuando estos se iban al trabajo.
El omega no estaba bien, su ventana ahora se mantenía cerrada, al igual que las cortinas, y lloraba cada vez que recordaba lo que había hablado con su hyung.
Yoongi le enviaba mensajes de buenos días cada día sin falta, le preguntaba si estaba bien, y lo invitaba a salir, pero Jungkook rechazaba cada día. No tenía ganas de nada, ya no.
Taehyung también le había escrito, pero el omega simplemente ignoraba sus mensajes.
Día viernes había llegado, y cada día parecía estar más desanimado. Apenas y comía, para después devolverlo todo en la taza del baño.
Ese día ni siquiera salió para despedir a sus padres.
Lloró durante toda la tarde hasta quedarse dormido. Su omega peleaba con él por la decisión que había tomado, y eso hacia que sus ánimos estuvieran aún más decaídos.
Cuando despertó, se dió cuenta de que eran las 10 de la noche. Estaba cubierto por su cobija favorita que, supuso, sus padres le habían colocado.
No quería llorar de nuevo, y le pedía a la Luna que le mandase una señal, ya que la decisión que había tomado cada vez más parecía ser la equivocada.
Sonó su teléfono. Una notificación de mensajes.
Era Taehyung.
Entró en el chat, donde tenía más de 15 mensajes del alfa, avisándole que se iría con su padre por una semana y volvería el domingo, dándole los buenos días y las buenas noches, preguntándole como estaba y si le podia llamar. Todos esos mensajes se repetían casi a diario, y Jungkook se sintió más culpable aún.
Respondió con un simple 'estoy bien' y 'ten cuidado'. Y justo cuando iba a apagar su teléfono, otro mensaje cayó.
•¿Te preocupa algo?• •Tu hora de dormir ya pasó• •¿Quieres que te llame?•
Y los dedos de Jungkook parecieron tener vida propia cuando escribieron un 'si'.
Casi al instante, su celular vibró y apareció la notificación de una llamada entrante.
El omega por primera vez en días, sonrió sinceramente.
Contestó y la voz del alfa al otro lado de la línea, lo tranquilizó.
"Hola Jungkookie."
El omega suspiró profundo, sus músculos relajándose de inmediato.
"Hola."
Su voz se hizo chiquita, lo que causó una risa en el alfa, y oh, a Jungkook le encantaba ese sonido.
"¿Qué te preocupa? Siempre duermes antes de las nueve. ¿Está todo bien?"
