BeomGyu tomó un taxi para ir a casa de novio lo más rápido posible.
Cuando llegó, le pagó al conductor y bajó rápidamente del auto para ir hasta la puerta y tocarla con rapidez.
—¿BeomGyu? —Preguntó el hombre—.
—Suegro... Ah, perdón por venir así, necesitaba hablar con TaeHyun. —Dijo acomodando su bolso—. ¡Ah, lo siento! buenas tardes, suegro. —Dijo BeomGyu haciendo una reverencia—.
El papá de TaeHyun rió:—Está bien, hijo. Sabes que eres bienvenido aquí, ya eres parte de la familia. —Dijo, planeando el hombro de BeomGyu—. Pasa, TaeHyun está arriba.
—Gracias, gracias. —Dijo con una reverencia—.
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BeomGyu dejó su bolso a mitad de las escaleras y se dedicó a subir hasta el cuarto de TaeHyun para tocar la puerta.
—¡Está abierto!
Escuchar la voz de su novio lo hacía sentir seguro y tranquilo.
BeomGyu entró con sigilo y se acercó a su novio que estaba sentado en su cama de espaldas, parecía ver algo.
BeomGyu se acercó y lo abrazo por la cintura para dejar un beso en la mejilla de su novio, asustando a este.
BeomGyu también se asustó, vió como TaeHyun cerró la ventana de búsqueda que estaba viendo y lo miró. Logro ver qué estaba viendo.
YeonJun tenía razón.
—Beommie... Me asustaste... —Dijo con nervio, volteando a ver a su novio—. ¿Qué haces aquí?
—TaeHyun, ¿qué estabas viendo?
TaeHyun temió por su vida.
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¿Cómo bajar de peso? Remedios para bajar de peso. Cómo dejar de ser gordito? Cómo dejar de tener panza y lonjas Cómo dejas de tener muslos grandes Cómo dejar de tener mejillas gordas.
BeomGyu leyó lo que estaba en el buscador de la computadora de TaeHyun. TaeHyun le había dejado su computadora después de que vio los ojos amenazantes de BeomGyu y se paseo por toda su habitación mientras mordía sus uñas nerviosamente.
Cuando BeomGyu dejó de leer lo que TaeHyun había estado buscando, cerró el computador de TaeHyun y lo miró.
—TaeHyun.
TaeHyun lo miro. BeomGyu dejó la computadora a un lado y le señaló sus piernas para que se siente en ellas.
TaeHyun negó.
—TaeHyun. —Usó su acento Sotori—. Ven.
TaeHyun volvió a negar.
BeomGyu no tuvo de otra más que tomar a TaeHyun del brazo y jalar de él para que se siente encima de sus piernas.
TaeHyun intentó levantarse pero las manos de BeomGyu sobre sus caderas se lo impidieron.
—Mírame. —Dijo BeomGyu—. TaeHyun, mírame, por favor.
TaeHyun lo miró con timidez. Estaba muy callado, eso era malo, no quería hablar del tema, pero algo que tenían que dejar claro sí BeomGyu quería que su novio sepa lo hermoso que era ante sus ojos.
—¿Por qué buscas eso en internet?
—¿No es obvio? ¡Mírame! —Dijo TaeHyun con molestia—. Soy...
—Hermoso. Esa es la palabra, hermoso. —Dijo—.
—Horrible... Mírame BeomGyu, ¿no has visto mis caderas? ¿mis muslos? ¿mi panza? ¿mis mejillas? soy horrible...
—No vuelvas a decir eso. —Dijo BeomGyu, tomando el rostro de su novio para dejarle un beso en sus labios—. No eres nada de eso, amor.
—¿Por qué dices qué no?
—Me gustas como eres. —Dijo BeomGyu—. Todo tú me vuelve loco, TaeHyun. —Lo miró—. Desde el primer día que te estuve contigo lo supe. Nunca había sentido esto con alguien que no seas tú. Eres precioso, amor.
—No es cierto...
—Tae, por favor, no te guíes de lo que digan los demás. —Dijo, tomando firmemente la cintura de su novio—. Si vas a bajar de peso, que sea por ti y no por lo que los demás digan, ¿okey? para mí eres hermoso de cualquier forma, incluso con una lagartija en la cabeza.
TaeHyun rió levemente.
—Tae, créeme. No me gustas solamente por tu físico, me gustas por como eres, por lo intelectual que eres, lo romántico y paciente que eres, eres literalmente mi tipo de chico ideal. —Dijo, dejando un beso en sus labios—. Me gustas mucho. Me gusta tu panza, tus mejillas, tus muslos, mierda, me gustas todo tú, TaeHyun.
—¿Te gusto así gordito?
—No estás gordo amor. Estás lleno de amor, eso es lo que pasa. Y todo ese amor es para mí. —Dijo con una sonrisa—.
TaeHyun sonrió.
—No dudes de lo mucho que me gustas. Y también lo mucho que me gusta tu pancita de bebé. —Dijo, acariciando la pancita de TaeHyun por encima de la tela de su suéter—. Y deja de usar mangas largas, hay calor.
—Tú sabes cómo amo los suéteres. —Dijo—. Aún estemos a cincuenta grados, no vas a lograr quitarme mi suéter.
BeomGyu sonrió y dejó un beso corto en los labios de TaeHyun para luego abrazarlo.
Sus abrazos eran reconfortantes.
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